VALENCIA. La pasada semana se produjo una noticia que consiguió colarse en la agenda política nacional e incluso permanecer pese al momento de campaña electoral de los comicios europeos en el que las formaciones políticas se encuentran sumergidas: la absolución del expresidente de la Generalitat Francisco Camps de la causa de los contratos menores de la trama Gürtel daba el carpetazo final a 15 años en los que el otrora líder del PPCV ha estado inmerso en diversos procedimientos de los que, en su caso, siempre ha quedado exonerado, aunque sí se hayan producido condenas para otros acusados.
Esta última absolución conllevó una inmediata comparecencia de Camps para proclamar su intención de regresar a la primera línea política. Aunque su partido ha celebrado el archivo de sus causas, este anuncio se recibió en la formación popular con algo más de tibieza. Dirigentes como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la alcaldesa de València, María José Catalá, mostraron su satisfacción por la absolución pero al mismo tiempo pospusieron su reintegro al partido cuando la sentencia sea "firme". En la formación son conscientes, al menos así lo afirman, de que habrá que buscar alguna fórmula para reparar la figura de Camps pero, a la vez, lanzan la pelota a Génova como responsable de la restitución del expresidente en lo que a cargos se refiere.