CARTAGENA. Una semana después de que asumiera la Alcaldía de Cartagena, el teléfono de Noelia Arroyo (Cartagena, 1979) sigue desbordado de mensajes de WhatsApp. No sabe cuántos ni siquiera ella, pero deben de ser cientos. "Pero no creas", dice, "no todos son para felicitarme", añade en tono jocoso. "Algunos no han tardado nada para pedir que empiece a solucionar tal o cual problema". La realidad es que emprende un camino a contrarreloj, con una fecha de caducidad menor que otros alcaldes: dos años para demostrar que no solo tiene voluntad y tesón, sino que, además, puede con el reto que se ha echado a sus espaldas.

-'Cartagena tenía ganas de nosotros', eso dijo usted el pasado sábado a los alcaldes del PP que acudieron a la ciudad a su investidura ¿a ver, explíqueme qué quiere decir?

-En los momentos de crisis, cuando la gente empieza a pasarlo mal, se cierran negocios o se pierden empleos, se confía más en un partido o en otro. El PP estuvo 20 años en Cartagena y con su gestión transformó la ciudad. En el peor momento de la crisis de 2008 estuvo a la altura de las circunstancias. Ahora, tras esta crisis sanitaria, la gente necesita seguridad, estabilidad, confianza y apuesta por los valores seguros; no tiene ganas de experimentos y recurre a lo que saben que no les falla. Tenemos el gran reto de afrontar la recuperación económica y en eso en el PP tenemos experiencia.

 -¿Qué le ha dicho Pablo Casado?

-Me ha animado a que sigamos luchando como hasta ahora. Me dijo que hemos sido un ejemplo y que lo que él defiende en el PP es que el partido resuelva los problemas de cada ciudadano en su propia tierra. Se refirió a Cartagena como una gran capital del Mediterráneo. Conoce a Cartagena porque su mujer tiene familia aquí.