MURCIA. El Grupo Baraka se convierte oficialmente en el nuevo propietario del edificio del antiguo cine Ideal de Alicante. El holding fundado por el empresario Trinitario Casanova acaba de ejecutar el contrato de opción de compra concertado con la familia que asumía la titularidad del céntrico inmueble de la avenida de la Constitución con la pretensión de poder rehabilitarlo y transformarlo en hotel. Cuando menos, ese sigue siendo por ahora el destino más plausible para el edificio, a la espera de que se resuelva la solicitud de licencia registrada ante la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante hace ya más de dos años.
Dicho permiso sigue supeditado a la aplicación de las nuevas condiciones de conservación sobre la volumetría interna del edificio delimitadas por la Conselleria de Cultura, tras la visita de inspección y evaluación llevada a cabo en octubre de 2020. En concreto, el departamento autonómico que coordina Vicent Marzà remitió un requerimiento al Ayuntamiento en diciembre en el que se instaba a modificar el catálogo de protecciones aprobado en septiembre de ese año para ampliar el contenido de la ficha relativa al edificio, de modo que quedase preservada la estructura original del inmueble.
En esta línea, se detallaba que el cine mantiene "la estructura original de graderíos y palcos de primera y segunda planta, las barandas que recorren el frente de las gradas y palcos, y el gran lienzo ornamental adherido al cielo raso que cubre el patio de butacas". Todos esos elementos debían quedar conservados e integrados en cualquier iniciativa que tratase de poner en valor el edificio para volver a darle uso, según Cultura.
Las conclusiones de ese requerimiento se han mantenido, pese a las alegaciones cursadas por los titulares del edificio hasta ahora. No obstante, las nuevas condiciones de conservación todavía no se han podido incorporar al catálogo de protecciones, en la medida en que la Concejalía de Urbanismo no ha recibido aún el informe de evaluación definitivo que debe emitir la Generalitat, con la incorporación de todos los dictámenes sectoriales emitidos al respecto. Entre ellos, también el de Cultura, en el que se incide en la necesidad de ampliar los criterios de protección para el edificio.
La transacción se habría cerrado finalmente por un importe inferior a los 6 millones: la suma que se dio a conocer entonces. Se trata de una cifra similar a los 5,5 millones consignados en las cuentas de la Generalitat para este ejercicio con la intención de abordar una posible compra del edificio, después de que quedase admitida la iniciativa formulada por una particular -en representación de la agrupación local de Esquerra Unida (EU)- que contó con la colaboración de colectivos como Salvem l'Ideal, a través de la experiencia de los presupuestos participativos.
En este caso, el planteamiento consistía en asumir el edificio para rehabilitarlo y darle un uso público cultural como sede de la Filmoteca Valenciana en Alicante. Sin embargo, según pudo constatar este diario, la incorporación de esa partida en las cuentas autonómicas no había derivado por el momento en un intento de acercamiento con los titulares del inmueble para sondear un posible acuerdo de compra, como el que sí se ha preconcertado ya con la sociedad estatal Correos para que la Generalitat se convierta en el nuevo propietario del edificio de la plaza de Gabriel Miró.