MURCIA. Cuando oyes por primera vez que el nombre de una marca de compresas de tela se llama Chi-Chi, lo primero que se te pasa por la cabeza es que se trata de un nombre cuanto menos curioso y original. Marina Hervás y Agustín Bonus son los creadores de esta marca murciana que intenta cambiar las reglas dando un gran salto en el mundo de la menstruación y de los tabúes que lo envuelve.

Cada vez son más las alternativas sostenibles que surgen a los clásicos productos de higiene menstrual de un solo uso para frenar su impacto medioambiental y económico. Las compresas de tela son las principales protagonistas de este proyecto innovador, que busca ofrecer otras opciones para quien quiera vivir su menstruación de otra manera. "Chi-Chi nace con la idea de que no todas las mujeres menstrúan, y que hay hombres transexuales o personas no binarias que también menstrúan", comenta Marina Hervás. 

La mejora en tu salud y la reducción del impacto medioambiental son algunos de los muchos beneficios que aportan las compresas reutilizables. Marina afirma que el uso de las compresas de tela "reduce los días de sangrado, e incluso el dolor menstrual". Hervás añade que "a pesar de que el principal beneficio es la salud, el ecologismo también es una de las ventajas importantes". Unirte a la revuelta de las compresas de tela puede frenar el impacto medioambiental, "una compresa de tela dura de entre 3 a 5 años y ahorras 250 desechables" lo que reduce las toneladas de residuos derivados de las compresas convencionales que acaban en vertederos o en el mar, y que cientos de años después terminarán siendo microplásticos.

"Con Chi-Chi rompemos con los tabúes para demostrar que menstruar puede ser algo positivo y molón"

Los tabúes menstruales siempre nos han hecho ver que la regla debe ser algo escondido y que cause vergüenza, como algo que no debe ser nombrado. Con el paso de los años y con iniciativas como la de esta empresa murciana, se están rompiendo esos estigmas sobre la menstruación. "Utilizar este tipo de alternativas menstruales ayuda a romper el tabú porque ya tratas la compresa de tela con más cariño que a la convencional", asegura Marina.

A pesar de que cada vez son más las personas que se están sumando a la menstruación sostenible, "aún hay muchísimo tabú menstrual sobre todo a nivel genérico en la sociedad, pero sí es verdad que en el público joven cada vez hay menos tabú".

Las compresas de Marina y Agustín son un vehículo para expandir la normalización y para reivindicar la cultura y la educación menstrual, en beneficio de la salud, el autoconocimiento y el amor propio. En palabras de Marina, este proyecto se podría definir bien como disruptivo, cercano y sostenible.