No es algo que le resulte ajeno a los artistas, señalan desde 1erEscalón, ya que "el arte contemporáneo, desde sus inicios, se ha caracterizado precisamente por la interrupción. Frente a los ritmos desbocados y acelerados del mundo actual, los artistas no han cesado de generar espacios y experiencias de detención, demora y alteración de la temporalidad. Ante la obra de arte, el tiempo se frena y se dilata". No obstante, aclaran, "su detención no tiene que ver con esa parálisis y embotamiento que vivimos estos días. El tiempo que genera el arte está cargado de sentido, es una parada necesaria para poder avanzar".
Es más, aseguran que "ese instante cargado de oportunidad que Walter Benjamin exploró en sus tesis sobre la historia es el que permite abrir el tiempo, rescatar el pasado, habitar el presente y transformar el futuro".