MURCIA. Ramblas anegadas, cauces desbordados y colegios cerrados en algunos municipios. Este último episodio de lluvias ha logrado poner en alerta a toda la Región de Murcia, aunque lo cierto es que también ha traído consigo grandes beneficios para uno de los sectores económicos más representativos de la Comunidad, pues el agua ha logrado revitalizar los cultivos de secano y salvar cosechas que ya se creían perdidas. 

Las plantaciones de cereal, viñedo, olivos o almendros han sido las más beneficiadas por las precipitaciones de estos días, que han sido especialmente positivas porque "han sido persistentes, pero no torrenciales", lo que ha evitado que se produzcan serios incidentes, tal y como explica Marcos Alarcón, portavoz de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en la Región, en conversaciones con Murcia Plaza.

"El regadío se ha ido sosteniendo, pero el secano lleva acumulados tres años de sequía en los que los agricultores no han podido recoger el cereal. Hubo gente que ni siquiera llegó a sembrar porque creía que no merecía la pena", relata Alarcón, y expone que estas lluvias permitirán que vuelvan a poder aprovecharse estas cosechas: "Esta agua ha salvado los olivos y los almendros", subraya.

En este sentido, las zonas más beneficiadas fueron la comarca del Noroeste y el Altiplano, junto con las pedanías altas de Lorca, que es donde se concentra una mayor cantidad de cultivos de secano.

En la misma línea se posiciona Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja, que pone el acento pone el acento a su vez en los embalses de la cuenca del Segura, pues si bien no se encuentran en las zonas donde más agua ha caído sí que han mejorado sus niveles, pues hasta ahora se encontraban por debajo del 25% de su capacidad.

"Esperemos que tengamos una primavera lluviosa y que haya una cierta normalidad. Sobre todo es importante que se recuperen los embalses y podamos tener una campaña de riego normal", remarca el representante agrario.

Asimismo, también ha recordado que el balance es positivo para el resto de plantaciones. Así, destaca que las lluvias han resultado beneficiosas para el regadío, especialmente en el caso de los cítricos, porque "han llegado en el momento idóneo para lavar el arbolado", mientras que también destaca que las hortalizas han recibido agua limpia para las tierras y se ha arrogado gasto en riego.

Por su parte, el presidente de Coag, José Miguel Marín, comparte este análisis, y argumenta que las precipitaciones han disminuido las necesidades hídricas del suelo y la aportación de riego, lo que supone un ahorro para los agricultores. Además, remarca que los acuíferos también han recibido una recarga "muy importante".

En cualquier caso, no olvida que sí se han podido encontrar algunos pequeños incidentes motivados por estas lluvias, pues han provocado complicaciones para recolectar las hortalizas y ha generado problemas en algunas infraestructuras. No obstante, la clave reside en vigilar la humedad de los próximos días, pues podrían aparecer hongos si se prolonga durante demasiado tiempo. Sin embargo, el punto más negativo de estas precipitaciones lo marca la muerte de un ganadero en Ramonete.

De cara a los próximos meses, Marín apunta que los cultivos de secano han recibido suficiente agua para aguantar sin problemas hasta mayo, pero "necesitarán más agua antes del verano".

Pérdidas de 10 millones

En concreto, diez millones de euros es la cantidad que calcula la organización agraria Coag que han sido las pérdidas en cultivos por las lluvias caídas. Este ciclo de precipitación que se había desarrollado en general de forma tranquila se ha tornado en episodios que han generado también, daños en infraestructuras, como ha sucedido en la pedanía de Canara, en Cehegín, donde han sido arrasados varios invernaderos, así como en otras comarcas de la Región. 

Durante el jueves se intensificaron las precipitaciones en la Región, así el Valle del Guadalentín sufrió una intensa precipitación de más de 150 litros por metro cuadrado que sumado a la de días anteriores han supuesto el anegamiento de más de 800 hectáreas de hortalizas. La evolución del tiempo en los próximos días determinará el grado de afección de esta superficie, sin embargo, las primeras estimaciones se sitúan por encima del 80% de pérdidas.