MURCIA. Titulo con una frase que venía en la portada de un Mundo Idiota de Brut Comix en los lejanos 90, que ahora amenazan con volver y estarse dos décadas de revival como los 80. El eslogan presentaba la recopilación del material de Peter Bagge para su fanzine Neat Stuff. Un delirio cáustico e ido de madre que encaja muy bien, será por aquello de la Generación X, con las ilustraciones y el humor de Leandro Barea. Una firma que irrumpió en redes sociales hace pocos años, en 2014, y que gusta en esta casa porque: Uno, no hace humor siguiendo la corriente de darle al tentetieso de rigor y, dos, es pesimista. Posiblemente existe una correlación entre que te guste la suma de ambos factores, podríamos denominarla depresión, pero lo importante no es el lector, sino las viñetas.
Ahora es habitual verle en las páginas de El País, antes estuvo en las de El Jueves, entre otras, pero en La Voz de Galicia se vació. Fueron trece años dibujando hasta tres chistes diarios de política local. Él mismo nos explica cómo era esa forma de trabajo: "Era bastante frenético y ese ritmo solo se aguanta siendo joven. Los plazos de entrega eran muy cortos y férreos, porque si no entregas a tiempo paras un engranaje de rotativas, impresión, distribución y venta. Esa presión me encantaba, pero empecé a aburrirme de hacer siempre lo mismo. En política prácticamente pasa lo mismo cíclicamente cada cuatro años más o menos, además en España tenemos una clase política bastante cutre y la mayor parte del tiempo me daba la impresión de que estaba malgastando mi tiempo".
Dio el paso de dejar unos ingresos regulares a hacer la guerra por su cuenta. Su última viñeta en La Voz de Galicia decía "Espacio disponible para la publicidad", pero no pasó la edición y no llegó a ser publicada. Durante ese periodo crítico -en la calle hace mucho frío, como todos sabemos- salió reforzado o al menos con un estilo sintetizado y característico: "Como estaba en medio de una crisis creativa, aproveché para dejar de hacer todo lo que estaba haciendo y poder empezar de nuevo. De repente me vi con 38 tacos y sin saber qué hacer, pero tenía experiencia y eso me ayudó muchísimo. El resultado fue que pasé unos años bastante complicados laboral y económicamente, pero salí de todo ello con un estilo de dibujo completamente nuevo y profundamente mío. Eso no tiene precio. Es como encontrar tu propia voz. A partir de ahí todo resulta más sencillo".