MURCIA. La consejera de Justicia e Interior de la Comunidad Valenciana, Gabriela Bravo, señaló este martes como responsables de las fiestas del colegio mayor Galileo Galileo del pasado 26 de septiembre tanto a los asistentes como al equipo directivo, trabajadores y consejo colegial de este centro donde los alumnos procedentes de la Región son los segundos más numerosos en número (cerca de noventa), solo después de los alicantinos. Todo ello, dice la consejera, a causa de que con estas celebraciones se cometió una "grave violación de la normativa para prevenir la propagación de la covid" al haber supuesto un total de 131 positivos relacionados, lo que conlleva a abrir un expediente sancionador con multas de hasta 30.000 euros. No obstante, ¿qué ocurrió exactamente esa noche en la residencia?
Tres fiestas, según especificó Gabriela Barvo en función al relato del informe policial presentado ante el servicio gestor de sanciones. Dos de ellas en habitaciones a lo largo de la noche tras la disolución de una primera con temática ibicenca en la azotea del centro. En cuanto a la organización de esta última, su anuncio en redes sociales se dio por parte del consejo colegial del Galileo, quienes admitieron durante el interrogatorio de la Policía Autonómica haberla desembocado ese mismo sábado. De igual modo, algunos de sus tres o cuatro miembros afirmaron haber participado en ella.
La celebración ibicenca se inició por la tarde con motivo de dar la bienvenida al nuevo estudiantado del curso, según comentaron ya alumnos a este diario. Para acceder a la azotea del edificio, el director del Galileo, Vicente Picasarri, explicó en una entrevista a este periódico que los jóvenes pudieron entrar por las escaleras de emergencia de los laterales que siempre están abiertas al no tener permiso para usar la zona. Una vez en ella, más de cincuenta partícipes no tomaron las medidas de seguridad establecidas como el uso de la mascarilla ni mantuvieron la distancia de metro y medio, como indicó Bravo.
A las ocho de la tarde se tuvo en la recepción del centro un aviso anónimo de que se estaba realizando la fiesta, siendo una hora después cuando el personal de seguridad del Galileo consiguió disolver la celebración, según el informe leído por la consejera. A la una de la madrugada -cuatro horas después de la finalización- un residente informó a la Policía Nacional de que en una habitación se estaba dando otra fiesta derivada de la anterior. En esta participaron 22 estudiantes que se incluyen ahora en el expediente sancionador, como especificó la investigación policial.
Después de esta intervención, la Nacional tuvo que acudir de nuevo al colegio entre las tres y cuatro de la mañana tras haber recibido otra llamada de que se estaba celebrando una fiesta en otra habitación pero con diferentes participantes que la anterior. De esta por ahora solo han sido identificadas seis personas, por lo que el número total de estudiantes responsables asciende a 28.