MURCIA. Las lenguas se embeben unas de otras. Y se metamorfosean en el camino de llegada hasta otro idioma. La palabra griega kinesis (cinético, en su transformación al castellano) significa movimiento, mientras que la también helena sofos hace referencia al conocimiento. La RAE no recoge el término kinesofos, ¿pero quién dijo que en el siglo XXI no se puede jugar a ser Shakespeare? El dramaturgo inglés inventó más de 1.700 palabras y, ahora, el alicantino Sergi Hernández ha jugado al matrimonio entre dos vocablos para crear kinesofos, algo así como "adquirir el conocimiento sobre el movimiento", traduce.
En realidad, esta unión es la que da nombre a su actual proyecto artístico que, desde mayo hasta noviembre, se expone en la 17ª Bienal de Arquitectura de Venecia y que entremezcla movimiento, arquitectura y tecnología. Se trata de una instalación en la que una kinect (la cámara de la Xbox) capta el movimiento de la persona que se sitúa enfrente y lo traduce en la pantalla mediante formas abstractas. "Son seis escenarios distintos pensados como una secuencia para probarlos todos, pero cada uno funciona en base a distintas calidades de movimiento. Hay uno en el que sus funciones solo se activan si se mueve lentamente y en la pantalla aparecen burbujas que parten de las articulaciones y van ascendiendo; si la persona se mueve rápido, caen todas de golpe", ejemplifica.