MURCIA (EFE). Murcia, Cartagena y Lorca, entre otras muchas ciudades de la Región, salieron a la calle para reivindicar el 8M con una marea morada de manifestantes. En la capital del Segura, varios miles de personas se han manifestado este miércoles por el centro de Murcia con fondo musical de batucada y consignas guerreras convocadas por separado por la Asamblea y el Movimiento Feminista regionales pero marchando juntas en un ambiente festivo y reivindicativo con multitud de mensajes en pequeñas pancartas en cartulinas y mucha gente joven que alimenta a las corrientes en su renovación generacional.
En Murcia, las organizaciones políticas y sindicales de la Asamblea abrían la marcha con la pancarta oficial en la que se leía "Juntas contra la desigualdad y la precariedad", con otro gran bloque del Movimiento a continuación, tras el que se iban alternando distintos grupos tras las respectivas pancartas de sus colectivos, con veteranos con callo de manifestaciones, familias, niños, ciclistas, grupos de amigas y estudiantes intercalados y circulando por las amplias aceras de la Gran Vía, con minoría de hombres por unas horas.
Entre el ramillete de leyendas que secundaban esas reivindicaciones destacaban algunas como "Ya sé que soy guapa, ¿tú sabes que eres acosador?", "Sigo flipando por tener que protestar por esta puta mierda", "Sin nosotras no existiríais", "Opinas que el feminismo no te representa, pero gracias a él opinas", "No soy histérica ni estoy menstruando, nos están matando", "Quiero vivir, no sobrevivir" o "Nos quieren sacar los ojos, ya saben que los abrimos".
Otras decían: "No soy la mujer de tu vida, soy la mujer de la mía", "Que viva la lucha de las mujeres", "Mi vestido no es corto, tu educación sí" y "Si tocan a una, respondemos todas', entre otras frases.
Un sinfín de mensajes en pancartas, no tantas consignas, coreadas sobre todo animadas por la megafonía del Movimiento, con el lema "Feminismos sin mordaza" y cuyo mensaje este año ha querido centrarse en pedir la absolución de Sandra, procesada en las protestas por el soterramiento de las vías del tren y pendiente de juicio: "Sandra, hermana, aquí está tu manada" o "Represión policial, respuesta vecinal", le coreaban.
Esta parte de las convocantes dice querer "dar voz a las más vulnerables, las más pisoteadas que son atravesadas por otras represiones sumadas, soportan guerras (como las de Ucrania o Kurdistán), palestinas, presas, migrantes, racializadas, trans, trabajadoras sexuales, pensionistas y trabajadoras precarias o madres vapuleadas por la justicia".
La Asamblea quiere "acabar de una vez por todas con la violencia machista y sexual para acceder a trabajos dignos y garantizar una educación en condiciones de igualdad, facilitar el derecho a la vivienda y fomentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el ámbito personal".
También destaca el segundo plan estratégico del Gobierno español para la igualdad efectiva de sexos 2022-2025, con una inversión de 21.319 millones de euros, un 4,4% del presupuesto no financiero del Estado distribuido entre comunidades y proyectos de ámbito nacional.
En el regional aspira a que el salario femenino no sea un 26% inferior al masculino con idéntica categoría y a que las pensiones de jubilación de las mujeres dejen de ser un 47,4 % inferiores a las de los hombres, "lo que refleja con claridad las etapas en las que éstas dedicaron su vida a los cuidados familiares en detrimento de su desarrollo profesional".
También a que no solo el 35 % de los puestos de alta dirección de empresas y administraciones públicas los ocupen mujeres, cuando el 83 % de ellas son tituladas superiores y duplican la proporción de hombres con ese nivel formativo.
"Nada menos que el 21,4 % de las mujeres ocupadas no pueden cubrir una jornada completa, respecto al 6,4 % de los hombres" en una comunidad con una de las más altas tasas de denunciantes de violencia machista, 28,5 por cada 10.000 mujeres.
Entre las protagonistas destacaban por su indumentaria un grupo de musulmanas cubiertas con hiyab y niqab cuyas pancartas rezaban "Mi libertad acaba cuando me dices destápate" y "Nadie me obliga a ponérmelo, no me obligues a quitármelo"; por su juventud, alumnas de primaria de la Escuela Equipo con las caras pintadas con símbolos feministas morados, y por su mensaje, los colectivos Petra, para el que "Maternar es un acto político"; trans, que celebraba el recién aprobado hito histórico de la ley que lo ampara, y el que clamaba contra la violencia obstétrica.