MURCIA (MP). En solo seis años, MESbook se ha convertido en una de las Scale-Ups más prometedoras del panorama emprendedor nacional e internacional. La firma proporciona información de gestión en tiempo real a los equipos directivos de una fábrica, así como también digitaliza y relaciona toda la operativa básica que actualmente se realiza manualmente y de manera desconectada. «Todo esto lo montamos con 9.000 euros y 9.000 millones de horas. Detrás de MESbook hay un esfuerzo sin fin, mucha resiliencia y una buena gestión de empresa que hoy nos lleva a ver los frutos y es increíble. No solo porque pasamos de ser tres socios fundadores a conformar un equipo de más de setenta especialistas en gestión de fábricas, sino que lo conseguimos. ¿Qué conseguimos? Mejorar la cuenta de resultados de las fábricas partir de la unión de tecnología y buenas prácticas industriales», señala Fernando Molinuevo, socio fundador de MESbook junto con Diego Sáez de Eguílaz Cámara y Pablo Rodríguez.
«Ha sido la combinación de muchas cosas. La primero es nuestro profundo conocimiento del negocio y la experiencia de usuario, lo que nos permite ofrecer una solución ajustada a las necesidades reales del cliente que asegura las ventas, que al final termina siendo el oxígeno de cualquier empresa. Como ingenieros industriales freakies de fábricas hablamos el mismo idioma que nuestros clientes porque alguna vez estuvimos sentados en su lado de la mesa. De hecho, en ese momento ya había decenas de empresas gigantes – como Siemens o Schneider - que llevaban mucho tiempo ofertando sistemas MES tradicionales para controlar la producción, todas propuestas tecnológicas muy molonas, pero poco prácticas y aterrizadas a la realidad de las empresas industriales. Así nace MESbook: desarrollamos el producto que nos hubiera gustado que nos ofrecieran cuando gestionábamos fábricas», explica Diego Sáez de Eguílaz Cámara.
Esa experiencia industrial también les ha permitido trabajar con el Legado, «que al final es conocer a fondo lo exitente en el mundo industrial que no se puede obviar a la hora de implantar un proyecto de digitalización industrial. En este entorno tan exigente como la industria 4.0., es clave el conocimiento íntimo de la realidad del negocio que te permite crear un producto muy usable e implantarlo de la manera más efectiva. Esta ha sido otra de las grandes ventajas competitivas para posicionarnos como líderes de implantaciones de Industria 4.0 en España», asegura Fernando Molinuevo.
— ¿Qué aporta MESbook a la transformación de la industria en industria 4.0?
— Diego: Un cambio de paradigma. Aportamos pragmatismo y resultados en un entorno donde prima la novedad tecnológica, pero no siempre se combina con el know-how industrial que se necesita para implantar con éxito un proyecto de Transformación Digital en la Industria. Somos los únicos que le dan un toque no tecnológico a la tecnología.
—¿Cómo deben implantarla para que sea un éxito?
— Diego: No se puede perder de vista en ningún momento la siguiente ecuación: Satisfacción es igual a Resultados menos expectativas.
Para asegurar la satisfacción de proyectos de Industria 4.0, hay que gestionar las expectativas del cliente y tener en cuenta el territorio donde jugamos: el Legado de cada empresa industrial, cuya definición tecnológica es software o hardware que es difícil de reemplazar debido a su amplio uso. En el caso del sector industrial esta definición se amplía, identificando cinco capítulos principales: máquinas, personas, sistemas, procesos y cultura.
Dicho esto, la tecnología no es algo que montas desde cero. En la industria, tienes que encajarla en un montón de cosas ya existentes y que van a continuar existiendo. Para que funcione tienes que tenerlas en cuenta en todas las acciones que haces. Por ello, un aspecto fundamental para gestionar las expectativas y asegurar una implantación exitosa es la planificación de Quickwins, por definición victorias rápidas que son conseguibles. Son resultados tangibles que los enemigos del Legado, que son las personas, van a querer en el corto plazo: quitar papel, cuadrar objetivos de producción, productividad y consumo, implantar un sistema de calidad con alertas en tiempo real y empezar a pensar en proyectos de mejora sencillos, entre otros. Luego, conseguir estos Quickwins requiere de una planificación con acciones muy concretas con los líderes digitales, que son los que interiorizan y tienen en propiedad el proyecto en sí.
— ¿Cuál es el grado de compromiso de la industria valenciana en avanzar hacia esa transformación?
— Fernando: Esto es como el gimnasio: todo el mundo lo quiere y sabe que es importante, pero siempre hay algo más urgente que te desvía de la meta. En la industria valenciana, y en toda España, la voluntad es muy alta, pero por ahora el compromiso es bajo.
Esto es así, en parte porque se dedica mucho tiempo a los temas urgentes (que en el mundo industrial son muchos) y poco o nada a los temas importantes.
En la Industria 4.0 los proyectos son complejos, transversales e involucran a mucha gente y esto es un gran reto para la industria valenciana. Da ‘pereza’ y siempre pasa a segundo plano cuando en realidad no hay nada más estratégico en el mundo industrial que la digitalización ahora mismo. Nos queda esperar el impacto de los incentivos de ayudas y subvenciones que vienen en 2022 para la transformación digital de la industria.
— La industria 4.0, ¿qué va a suponer para las empresas?
— Fernando: Para responder a esta pregunta tenemos que ir al origen. La Industria 4.0 existe para hacer lo de siempre de manera más eficiente gracias a la tecnología. En otras palabras, supone tener las herramientas para maximizar la productividad, maximizar la fiabilidad del sistema de calidad y minimizar las desviaciones de costes directos de materia prima y mano de obra. ¿Por qué? Esto va de ser más competitivos. Los países desarrollados necesitan que el coste total de producto sea lo más parecido posible, si no menor, al coste total que se consigue en países en vía de desarrollo (que tienen un coste de mano de obra brutal, pero tienen desventaja en calidad, en eficiencia y en logística). Al final, todo esto supone fabricar más, mejor y más barato que es el objetivo de cualquier empresa industrial.
— ¿Qué supuso entrar en Lanzadera?
— Diego: Lanzadera ha sido el impulso en dos momentos claves para MESbook. El primero cuando participamos en la tercera edición de Lanzadera en 2015, que permitió combinar la experiencia de los tres socios fundadores con un entorno de innovación, emprendimiento y mentalidad de startup. Gracias a ello, MESbook triplicó su equipo, cartera de clientes y facturación en los siguientes tres años.
El segundo impulso ocurre el año pasado, en 2020 con el apoyo a Scaleups durante la pandemia. En un momento de tanta incertidumbre, volver a Lanzadera ha sido como volver a casa de nuestros padres: te quieren mucho y te cuidan, pero te exigen que aproveches al máximo los recursos. Para nosotros ha significado salir de nuevo con más fuerza. De hecho, Lanzadera ha sido el dinamizador inicial para cerrar nuestra primera ronda de inversión por casi 2 millones de euros. De doscientas empresas que Lanzadera reunió para escucharnos, se acercaron una docena de interesados y de allí salieron las cinco empresas con las que cerramos la operación.
MESbook ha consolidado su trayectoria empresarial tras cerrar su primera ronda de inversión cercana a los dos millones de euros en una operación en la que participan Bewater funds, Indexa Capital, Cartera de Inversiones CM SA, Aliquam Investments SL (AUNA) y Archipelago Next SA. «Se trata de uno de los hitos más importantes en la historia de la empresa, aunque en el fondo nuestra Misión sigue siendo la misma: mejorar la cuenta de resultados de las empresas industriales, con tecnología, Know-How industrial y método de implantación que asegure el cambio en las organizaciones; es la única propuesta de valor capaz de conseguirlo», comenta Fernando Molinuevo. Esta ronda ha sido el resultado de un trabajo de casi un año y se ha aumentado su tamaño «para acomodar a quienes mejor encajaban con el objetivo: consolidar a MESbook en el mercado español y preparar la empresa para convertirse en el estándar de gestión de fábricas en tiempo real. Para ello, se han buscado fortalezas tales como presencia en el sector industrial, liderazgo geográfico específico, desarrollo de negocio SaaS o internacionalización», apunta Diego Sáez de Eguílaz Cámara.