MURCIA (EP). La mejora de las herramientas diagnósticas para la atención del ictus ha supuesto que cerca del 50 por ciento de los pacientes en la Región que lo han sufrido lo superen con mínimas secuelas. A ello ha contribuido la puesta en marcha de programas de atención como el 'Código Ictus' desde 2008.
Este sábado se celebró el Día Mundial del Ictus, jornada para dar a conocer la importancia de los beneficios de mantener hábitos de vida saludables y de la rehabilitación tras el ictus.
La Consejería de Salud continúa trabajando en el programa 'Teleictus', ya implantado en las áreas de salud de Yecla y Lorca, con la finalidad de desarrollarlo en todos los hospitales de la Región. Esta iniciativa permite realizar el tratamiento agudo de un paciente con ictus a distancia mediante telemedicina, lo que posibilita ganar tiempo en la atención y, en consecuencia, reduce las posibilidades de mortalidad y de posibles secuelas.
El 'Teleictus' conecta al profesional que atiende a un paciente en un hospital de área y su servicio de Urgencias con el hospital de referencia donde haya neurólogo de guardia, de modo que ambos facultativos puedan valorar al paciente.
Esto permite analizar las pruebas, que se comparten a través del sistema informático, y tomar la decisión de si es candidato al tratamiento de ictus, en cuyo caso se inicia en el propio servicio de Urgencias y, si es necesario, se le traslada al hospital de referencia.
De esta manera se ahorra mucho tiempo y se comienza antes el tratamiento, lo que resulta muy útil para diagnosticar posibles casos de ictus, sobre todo en caso de hospitales distantes del de referencia, además de evitar traslados innecesarios.
La Región cuenta asimismo con dos Unidades de ictus: una en el hospital Virgen de la Arrixaca y otra en el hospital Santa Lucia. En ellas se trabaja de manera multidisciplinar, coordinada y protocolizada y se consigue disminuir las secuelas y la mortalidad por esta enfermedad.
El ictus se define como un trastorno brusco del flujo sanguíneo cerebral que altera de forma transitoria o permanente la función de una determinada región del cerebro.
La clave del éxito en su atención es la rapidez en detectar los síntomas e iniciar el tratamiento. Está demostrado que la vigilancia en estas unidades disminuye la mortalidad y las secuelas neurológicas porque cuantas menos complicaciones se producen en el proceso agudo mejor es el pronóstico. Estos cuidados suponen la vigilancia neurológica exhaustiva por el neurólogo y personal de enfermería.
En la Región de Murcia se registra una media anual de 3.000 episodios de enfermedad cerebrovascular, de los que un 65 por ciento se corresponden con casos de ictus isquémico. Suponen la primera causa de mortalidad en las mujeres y la segunda en los hombres, tras las enfermedades isquémicas del corazón.
La Unidad de Ictus del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca, que dirige la doctora Ana Morales, ha recibido este año la acreditación de la Organización Europea del Ictus, una de las asociaciones más reconocidas en el ámbito internacional de la neurología y supone la confirmación del buen trabajo que se realiza desde este departamento, dadas las exigencias para su obtención.
La Unidad, creada en 2008, está situada en la planta de hospitalización de Neurología, cuenta con siete camas y un control de enfermería diferenciado y específico para estos pacientes.
Los afectados por un ictus son candidatos al ingreso en las primeras 24 horas del accidente cerebrovascular, permanecen en la Unidad hasta su tercer día de evolución y después pasan a planta convencional, próxima a la Unidad, o se trasladan a su hospital de referencia. En los últimos años, el número de pacientes ingresados ha aumentado hasta los 774 hospitalizados en 2021 en este centro hospitalario.