Masol Cartagena incorpora el aceite usado de cocina como materia prima para obtener biodiésel

CARTAGENA. La firma cartagenera Masol Biofuel ha obtenido la autorización ambiental para la incorporación de aceites usados de cocina UCO (Sandach Tipo 3) como materia prima para la obtención de biodiésel. Así lo ha aprobado la Comunidad Autónoma a través de dirección general de Medio Ambiente. 

La firma ubicada en el Valle de Escombreras se dedica a la importación, almacenamiento, transformación y comercialización de todo tipo de aceites vegetales, aceites reciclados y todo tipo de grasas, así como la producción, almacenaje, distribución y comercialización de biocarburantes y otros derivados, incluidos sin limitación gomas y glicerina, obtenidos a partir del aprovechamiento de aceites y grasas recicladas. 

Para la utilización y el adecuado tratamiento de esta nueva materia prima no se hace necesaria la modificación de las etapas del proceso productivo actual que desarrolla Masol, más allá de las ya reflejadas en la modificación de fecha 5 de diciembre de 2017 para la utilización de grasas animales para, entre otras cosas, dar cumplimiento a las exigencias de la reglamentación SANDACH.

Hace tan sólo un mes, Masol mandaba a Holanda 1.100 toneladas de glicerina, un subproducto de la producción de biodiésel, a partir de aceite de palma que se produce en la planta cartagenera.

Masol crece: incrementó sus beneficios un 14% en 2019

Masol Biofuel fue creada en 2013 y tiene sucentral en Barcelona, Cuenta con tres factorías en España, entre ellas la ubicada en  Escombreras. El pasado año 2019 la firma de la que es presidente Pier Giuseppe Polla acabó con una cifra de negocio de 14.935.766 euros, un 13% mayor que en 2018, tal y como explica la empresa en las cuentas del ejercicio 2019 depositadas en el registro mercantil. Cerró el ejercicio con un resultado positivo (beneficios) por importe de 846.326 euros, un 14% más que en 2018 (13.280.378 euros).

Las circunstancias excepcionales acaecidas el pasado año fruto de la pandemia y sus consecuencias no han lastrado las cuentas de Masol en este 2020. Desde la empresa activaron unos planes de contingencia que han permitido la continuidad del negocio, intentando en la medida de lo posible acercarlo a la normalidad.

Implementaron medidas organizativas para el manejo de la crisis, tanto individualmente (manejo de situaciones de contagio o aislamiento) como colectivamente. "Estas medidas han demostrado ser compatibles con la continuidad de la actividad y los negocios, y estamos en condiciones de extenderlas durante el tiempo que la autoridad lo requiera, sin entrar en una situación crítica", señala la empresa en las cuentas del ejercicio 2019 depositadas en el registro mercantil.