CARTAGENA/MURCIA. La hostelería consigue en estos poco más de diez días que dura la Semana Santa facturar cerca del 30% de su trabajo durante todo el año. Es, por tanto, un momento clave en el calendario de los profesionales de los bares y restaurantes para sacar sus negocios adelante.
Esta Semana Santa que acaba de finalizar ha arrojado unos resultados más que positivos, espoleados por una climatología a favor. La facturación, tal y como esgrimen los representantes del sector de la Región, ha sido incluso mejores que en 2019, el año donde a día de hoy todo se compara para tener la certeza de que la recuperación es plena. Es cierto que hace cuatro años las lluvias interrumpieron procesiones y vacaciones, por lo que la de este 2023 es incluso mejor. Eso sí, el incremento en la facturación no ha estado acompasado por los beneficios obtenidos. Y es que la inflación que venimos sufriendo desde el comienzo de 2022 pesa como una losa. Así lo confirman Jesús Jiménez, presidente de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia (HoyTú) y Francisco Garnero, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería Alojamientos Turísticos de Cartagena y su Comarca (Hostecar).
Y es que aunque los precios han subido, ya no cabe mucho más margen para trasladar los precios al consumidor sin desmotivar el consumo. En consecuencia, y ante una inflación del 17,6% anual en los alimentos, los establecimientos están optando por adaptar su oferta a este nuevo contexto: "Hay productos que están desapareciendo de las cartas porque su incremento era muy alto, como el solomillo de ternera o el marisco, así que el ticket medio está bajando", incide Jiménez.
No obstante, el representante de los hosteleros de la Región prefiere no poner el acento en lo negativo, pues el aumento de los costes ya era una realidad antes de la Semana Santa y ahora "hay que estar orgullosos" del buen resultado de las primeras Fiestas de Primavera libres por completo de restricciones: "El sector lo necesitaba", concluye.
En el caso de Garnero, el representante de Hostecar afirma que la ciudad ha rozado el lleno en cuanto a reservas y servicios ofrecidos durante este periodo festivo "y la costa ha estado muy cerca de estar al 100%". Añade el nuevo dirigente de los hosteleros de Cartagena que a pesar de que "nos estamos acostumbrando a vivir con la inflación", no quiere decir que no se note en los servicios. Y es que ha subido todo, los suministros de energía, seguridad social, salario y materias primas "cerca de un 30% más que hace cuatro años", algo que no todos son capaces de repercutir en los precios, explica.
En cualquier caso, lo cierto es que el sector sí ha encontrado otra complicación añadida más allá del incremento de costes, y es la falta de trabajadores disponibles, que muchas veces llega a limitar la capacidad de los establecimientos porque "si no tienes personal no abres el 100% del local", remarca Jiménez.
Este problema, que persiste desde el pasado verano, no se encuentra tan solo en los bares y restaurantes de la Región, sino que también aparece en otras comunidades e incluso países, lo que marca una tendencia generalizada que requiere de cambios de planteamiento: "El problema viene de la conciliación de la vida laboral con la personal, una demanda que se ha agudizado desde la pandemia. Por tanto, habrá que plantearse rotar turnos y hacer cambios para reconvertir el sector y hacerlo atractivo para el trabajador", concluye el presidente de Hoytú.
En cualquier caso, cabe recordar que el sector continúa tirando del empleo en la Región de Murcia, pues el impulso que supone la Semana Santa espoleó un gran mes de marzo para la contratación con una reducción en el paro de 1.200 personas. Al fin y al cabo, solo en los servicios hubo una bajada de 1.128 desempleados.
