CARTAGENA. Pocos cartageneros y cartageneras no se habrán enterado todavía del Plan Sombra ponderado por el teniente alcalde de Cartagena, Manuel Padín, a lo largo de la presente legislatura. El mismo consiste, básicamente, en llenar de sombra las calles peatonales del centro antiguo de la ciudad principalmente. Se colocarán postes de cerca de cuatro metros de altura rematados con tejido de vela. El material utilizado es flexible, ignífugo, transpirable, transparente, por lo que evita el embolsamiento de agua, funciona como aislante térmico y mejora por tanto el ahorro energético y reduce el calor.
Además, una vez instalado el entoldado o cubierta, no solo se verá reducida la incidencia de la radiación solar y de las altas temperaturas, sino que actuará como pantalla acústica y frente a los agentes contaminantes. El modelo de para sujetar elegido no afectará a las fachadas de edificios ni a las terrazas de bares o restaurantes o las entradas a las viviendas: visto hasta ahí, todo parece fantástico .
En el plan programático de 100 puntos elaborado por el tripartito allá por el mes de julio, aparecía en el punto 20 lo siguiente: 'Diseñaremos un plan para crear más zonas de sombra e impulsaremos la instalación en el municipio de nuevas fuentes de agua y de aseos públicos, especialmente en zonas gran afluencia turística'.
Fue ésta una de las apuestas de Padín, pero transcurridos tres años y medio de aquella idea escrita sobre el papel, la realidad es que las sombras ni están ni, por el momento, se le esperan. Retraso tras retraso, buscando la fórmula de financiación, las calles apropiadas, el modelo de la lona o el día y la hora para su periodo de prueba, lo único que han hecho es que la credibilidad de este plan haya sucumbido para ciudadanos y para los políticos de la oposición.
Manuel Padín buscó el consenso con los hosteleros de Cartagena y mantuvo un encuentro con miembros de Hostecar, a los que explicó al plan sombra, pidió colaboración y paciencia. Amparados en la experiencia de otros ayuntamientos para evitar los errores que se han cometido en otras ciudades, se debería comenzar en una calle del centro de la ciudad a modo de prueba, en este caso en la calle del Carmen.
Cuando todo el mundo esperaba sombras en este último y calurosísimo verano en Cartagena, el concejal argumentaba que se habían producido unos retrasos inesperados y que era complicado poner en marcha el periodo de prueba a finales de agosto porque, además, había que dejar libres las calles con las marchas de Carthagineses y Romanos. Así que todo quedó aplazado para octubre.
El problema ahora, como el de agosto, es que si bien la infraestructura para montar este espacio de prueba está construido y pagado, las luces navideñas impiden colocar esta prueba preparada para el inicio de la calle del Carmen. Ahora bien, luego llegará Carnaval, Semana Santa, etc… y el problema se alargará y alargará, por lo que este proyecto se empieza a desmoronar, incluso antes de poner el primer soporte.
Afirma el propio concejal que hay solicitados unos fondos europeos, que suponen cerca de 400.000 euros, para ampliar la zona de sombra a una buena parte de la zona peatonal más transitada y calurosa de Cartagena. Podría darse el caso de tener el dinero y la infraestructura y no haber ni tan siquiera iniciado las pruebas ni conocer si el 'invento' funciona, por lo que las prisas por acabar y estrenar antes del periodo electoral pueden convertirlo en un gran fiasco si no se hacen las cosas con la practicidad y sentido común que hasta ahora parece no haberse contado.