MURCIA (EFE). La manifestación convocada para el 21 de febrero por Asaja, Coag y UPA irá precedida por una tractorada, aunque los organizadores han asegurado que no habrá 'colapso' circulatorio en Murcia, como ocurrió en febrero de 2018 en la capital regional cuando cientos de tractores cortaron las principales vías de la ciudad.
Las organizaciones agrarias han indicado en un comunicado que la presencia de tractores, como ha ocurrido en las protestas organizadas las dos últimas semanas en otras ciudades de España, ha sido una de las decisiones tomadas de forma unánime en estos días en las asambleas desarrolladas en varias comarcas de la región.
Así, Asaja, Coag y UPA auguran la presencia de un importante número de tractores y vehículos agrarios procedentes, fundamentalmente, de la Vega del Segura, Campo de Cartagena y Valle del Guadalentín, que marcharan desde estas zonas hasta Murcia para encabezar la manifestación, "sin que ello signifique que la ciudad de Murcia pueda quedará colapsada, nada más lejos de la intención de los convocantes".
La marcha partirá de la sede del Gobierno regional, en el palacio de San Esteban y discurrirá por la Gran Vía y la avenida Teniente Flomesta, concluyendo sobre las 15 horas ante la delegación del Gobierno, pocos días después de que tome posesión de su puesto el nuevo delegado del Gobierno, José Vélez.
Asaja, Coag y UPA han intensificado durante esta semana los trabajos de organización y coordinación de la manifestación, aseverando que han obtenido un compromiso mayoritario del sector para participar en la protesta y para secundar el paro agrario y de las actividades vinculadas durante esa jornada.
Hasta ahora, las principales asambleas y reuniones de coordinación entre todas las asociaciones y organizaciones participantes y las comunidades de regantes, han tenido lugar en Lorca, Totana, Alhama de Murcia, Campo de Cartagena, Caravaca de la Cruz y Molina de Segura.
La próxima semana está prevista la celebración de más asambleas en Cieza, Jumilla, Yecla y otras localidades.
Las organizaciones convocantes quieren mandar un "contundente" mensaje a todas las administraciones y a la distribución para que unas legislen y hagan cumplir las leyes, y las otras cambien su forma de actuar, en aras al correcto funcionamiento de la cadena alimentaria, y tenga como punto esencial, el que los productores "reciban un precio justo por el fruto de su trabajo".