CARTAGENA. Desde el verano de 2022 el Real Club de Regatas de Cartagena (RCRC) cuenta con una nueva directiva que llegó al club con el objetivo de solucionar los graves problemas económicos que acechaban a la entidad y que podía acarrear su desaparición después de más de un siglo de historia. La nueva junta, dirigida por Gabriel López, redirigió los retos y los objetivos del RCR de Cartagena y ha pedido a la Autoridad Portuaria de Cartagena -de momento está en tramitación- que volviera a confiar en ellos para mantener la concesión administrativa de la gestión y explotación de la dársena deportiva en el Muelle de Alfonso XII del Puerto de Cartagena, así como la varada y el suministro de combustible a las embarcaciones de recreo. Este sería un aldabonazo para el propio club, porque garantiza el ingreso de dinero procedente de dicha explotación y, en parte, también de la viabilidad de su proyecto.
Pero la llegada de la nueva directiva ha supuesto, por el contrario, que los trabajadores del club hayan experimentado una serie de problemas laborales que han manifestado a los propios dirigentes. En estos dos años y medio se ha producido el despido del anterior jefe de prensa (alegaron falta de rendimiento, pero el juzgado le quitó la razón y se la dio al trabajador, quien fue indemnizado por la improcedencia de su salida). Pero también se ha marchado de personal de administración (hasta dos personas) y el director deportivo (ahora en la RFE). Los que se han quedado denuncian a Murcia Plaza que los problemas laborales que atraviesan en este tiempo afectan significativamente a su bienestar y al ambiente de trabajo.
Esta redacción ha podido hablar con algunos de los afectados por esta situación y afirman que entre las preocupaciones destacadas se encuentran impagos de nocturnidades, precariedad laboral, incumplimiento de funciones, empleados sin titulaciones correspondientes al desempeño de su puesto, incumplimiento de los EPIS, "gritos a los empleados", desconexión digital a determinados trabajadores y "una fuga notable de empleados con talento durante el último año, con antigüedad de más de veinte años".
Ello ha generado bajas laborales por estrés "y ocasionadas por la presión a los trabajadores por la directiva", esgrimen desde el colectivo de trabajadores, así como los despidos en diversas áreas la contracción de "falsos autónomos" o "el ·intento de derogar votaciones sindicales para imponer su dictadura laboral", algo que, añaden "está sumiendo al Real club de Regatas de Cartagena en la peor crisis de su historia por la tiranía de sus actuales directivos".
El "mal estado anímico" de los empleados ha provocado que algunos de ellos se encuentre de baja laboral durante varios meses y han demandado al RCRC por la eliminación de complementos en las nóminas, amonestaciones "falsas" o "vulneración de los derechos fundamentales del trabajador". "El ambiente tóxico generado por prácticas laborales desfavorables y la falta de respuesta por parte de los directivos" ha contribuido a una "disminución en la moral y productividad de los trabajadores", añaden fuentes de los propios trabajadores a esta redacción. Piden a la dirección de la empresa "una pronta resolución para mejorar las condiciones laborales". "Desde que se hicieron cargo del club éste ha ido derivando a una absoluta irrelevancia institucional, social y deportiva", apostillan trabajadores y exempleados de la entidad, que, además, consideran que si la APC les quitara la concesión del edificio, el RCR de Cartagena quedaría a la deriva por completo.
Capítulo aparte se merece la situación de los marineros, encargados del mantenimiento de la dársena deportiva. Desde Comisiones Obreras explicaban a Murcia Plaza que no están aplicando el convenio Regional del sector de Puertos Deportivos aprobado en marzo de 2023, lo que supone que se hayan dejado de pagar festivos y noches de estos empleados, lo que ha generado, como no podía ser de otra manera, malestar entre los trabajadores. "Llevaban cinco años sin revisar el IPC y el pasado año dijeron, por fin, que iban a pagar los festivos y las noches de 2022", subraya Diego Zaplana, coordinador del sector del Mar de CCOO de la Región. El pasado lunes se produjo un acto de mediación y "se han comprometido", explican las mismas fuentes de Comisiones Obreras, "a abonar los festivos de 2023, sobre todo porque han recibido la visita de Inspección de Trabajo y se van a ver obligados a desembolsar esas cantidades a sus trabajadores", explica Zaplana. "Están privando de un dinero que les corresponde y consideramos que con los ingresos que les llegan de la marina debería ser suficiente para evitar este conflicto laboral", apostilla el coordinador del sector quien cree que deben ser los propios socios los que presionen a la Junta Directiva para que se llegue a un acuerdo razonable con sus empleados.
Gabriel López, presidente del RCR de Cartagena, negaba que las acusaciones vertidas por sus propios empleados fueran reales y añadía que la situación "dista mucho del ambiente laboral que existe en el Club". Además, el máximo representante de la entidad, añadía que la información denunciada aquí por parte de los empleados "no procede del colectivo de trabajadores del RCRC, sino que puede obedecer exclusivamente a algún asunto personal".