CARTAGENA. Cartagena cuenta en la actualidad con cerca de 100 quioscos repartidos por barrios y casco antiguo, de los que tan sólo un 15% están en uso. La caída de la venta de periódicos y revistas, que era el principal foco de negocio de estos establecimientos, causó el cierre generalizado de los mismos, lo que ha supuesto que la ciudad presencie una gran cantidad de quioscos cerrados o con el cartel de se alquila.
El objetivo que ha puesto en marcha el área de Turismo, Comercio, Sanidad y Consumo, que dirige el teniente Alcalde Manuel Padín, al alimón con la concejalía de Patrimonio, con María Amoraga al frente, es dar un nuevo impulso a los quioscos para que se conviertan en un auténtico atractivo turístico y comercial del municipio. Con la renovación de la ordenanza de uso de los quioscos, se contactará con los propietarios para dar un periodo de adaptación al texto y renovar la concesión existente. En caso contrario, la ordenanza contemplará la retirada de los quioscos y la nueva concesión de los mismos.
La intención es que los usos de los quioscos sean lo más abiertos posible, siempre sin perjuicio de los diferentes sectores económicos de la ciudad. Entre usos planteados estarán, entre otros, talleres de pequeña reparación (marroquinería, complementos, joyas…), servicios de estética excluyendo peluquerías), lavado de mascotas, papelería, promoción y servicios turísticos, uso por parte de asociaciones y colectivos, venta de flores…La actual ordenanza data de 1998 y fue actualizada en 2005, por lo que se pretende la derogación de la misma y la aprobación de una nueva que incluya nuevos usos para los quioscos y elimine algunos artículos de la anterior.
El proceso ya está iniciado a través de una petición del área de Turismo, Comercio, Sanidad y Consumo en Junta de Gobierno para la renovación de la ordenanza para potenciar el uso comercial y turístico de los quioscos. Tras esa petición, desde la Concejalía de Patrimonio, que es la que cuenta con las competencias en la materia, se inició una consulta pública para recoger aportaciones de colectivos y ciudadanía, comenzando la redacción de la nueva ordenanza. Ahora se ha vuelto a abrir ese periodo de consulta pública para recibir más aportaciones.
Una vez concluya, se terminará desde Patrimonio el borrador de ordenanza, que se remitirá a la Asociación de Amas de Casa y Consumidores, a la Federación de Comercio y a la Asociación de Hosteleros de Cartagena para llegar a un consenso y que la ordenanza no perjudique a ninguno de estos sectores. Sus aportaciones se incorporarán, si procede, al borrador, que luego pasará por junta de Gobierno y pleno, abriéndose el periodo preceptivo de exposición pública para enmiendas, que se resolverán antes de aprobar el texto de forma definitiva.
Hay ciudades en España que han atacado antes este problema y han transformado los usos de los quioscos para convertirlos en puntos de actividad económica alternativa y circular, ya sean centros de recogida de alimentos o productos de kilómetro cero; centros de almacenaje y recogida de compras en línea; guardaequipajes para turistas, o servicio de portero del vecindario entre otros.
También se han adaptado a servicios ambientales; punto de información, almacenaje y reparación de bicicletas; distribuidores de semillas para la agricultura urbana, o electrolineras y prestadores de servicios sociales como comedores solidarios, espacios de cesión autogestionada de libros o juegos de mesa, para ofrecer apoyo médico nocturno o para prestar ayuda o inserción escolar.