MURCIA. Este atípico verano se ha ensañado con un grupo que está acostumbrado a sufrir todos los golpes que depare el clima y otras muchas coyunturas sociales: los autónomos. No por estar acostumbrados se les debe recortar en importancia: las pymes suponen el 99,8% del tejido empresarial español; concentran más del 53% de puestos de trabajo y los propios autónomos, el 12,5%.
Tradicionalmente, los autónomos podían disfrutar de un par de semanas de vacaciones; solía ser a partir del 15 de agosto, cuando baja la actividad, sobre todo en aquellos contextos en los que no hay dependencia del turismo. Esta vez, son ellos quienes tienen la voz para contar cómo han sufrido un recorte en su descanso, en sus vacaciones, llegando incluso a hacerlas desaparecer para no seguir perdiendo el dinero que tanto les cuesta ganar.
Paco Casado, coordinador general de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en la Región de Murcia, teme a este "panorama tan desalentador". "La nueva crisis ha afectado muy gravemente a los autónomos. Hay más de un millón de autónomos en la cuerda floja y más de un 70% se plantea cerrar o reducir la plantilla en caso de nuevo confinamiento".
El último informe elaborado por la ATA "es contundente: 8 de cada 10 autónomos han visto disminuir su facturación en 2020". A su vez, "un 70% se plantea el cierre si hubiera otro tipo de restricción seria", tales como un nuevo confinamiento o un cambio en la legislación reguladora de ámbitos como el ocio.
Los grandes perjudicados de esta crisis son los salones de celebraciones, los salones de belleza, sobre todo los femeninos, y las tiendas de eventos. Esta relación se basa en que, si no hay celebraciones, dadas las restricciones y el miedo, no hay eventos que organizar y la gente deja de ir a los salones de belleza. Otro sector mermado es el de los salones de juego: con la nueva legislación, deben dejar de servir y cerrar en una hora en la que obtenían el grueso de su beneficio.
Casado explica que "apenas un 10 o 15% de los autónomos ha podido cerrar para irse de vacaciones", lo que resulta un "porcentaje mínimo". Muchos se han visto obligados a abrir por culpa de las "tremendas pérdidas que arrastraban. En cuanto se posibilitó reabrir los negocios, no dudaron. Otros tenían grandes volúmenes de trabajo y no podían esperar más".
Todo aquel que está viendo la posibilidad de recuperar un poco económicamente su negocio lo está haciendo, aunque sea a costa de sacrificar sus vacaciones. "Se arrastra un déficit tremendo desde el confinamiento, por lo que muchos han optado por hacer un poco de caja. El problema está en que los autónomos no hemos podido ni elegir: un gran porcentaje ha seguido teniendo pérdidas incluso reabriendo; no les quedaba otra que cerrar.
No son vacaciones: es cese de actividad, con la penuria que ello conlleva; los gastos siguen corriendo, no hay ayuda alguna para estos sectores que barajan cerrar...", ha lamentado el coordinador general de ATA en la Región. “No hay más que pasear por calles de nuestro país: es donde vemos carteles de 'Cierre por cese', 'Liquidación por cierre'.
A pesar de que el escenario general es lúgubre en cuanto a esperanza y expectativas, hay un pequeño hueco donde se arroja luz. El "triunfo", sin embargo, lo consiguen quienes han logrado reinventarse: "los pequeños restaurantes se han abierto a la comida a domicilio y han incluso triplicado y cuadriplicado sus ventas. Muchos abren sólo de jueves a domingo y han adquirido motos de reparto en una inversión, en un riesgo, del que han salido sin duda victoriosos", declara Félix Castillo, presidente de la Asociación de Comerciantes de Torre Pacheco.
En cuanto al turismo, nuestra Región se nutre del propio turismo regional, pues el nacional no termina de calar en la oferta murciana. Sin embargo, los autónomos, que es el tema que nos ocupa en estas líneas, a pesar de aferrarse mayoritariamente a este turismo regional, optan por permanecer en sus residencias la mayor parte del tiempo: "los trabajadores cogen vacaciones, pero se quedan en casa; no se pueden permitir y no se fían ir fuera. Se quedan por su municipio y se desplazan puntualmente a otros sitios", confiesa Castillo.
Sí que es cierto que este periodo vacacional se ha visto muy disminuido con respecto a años anteriores: quienes optaban por un mes de vacaciones, ahora tienen dos semanas, y aun así no las disfrutan como quisieran. Los carteles de 'Cerrado por vacaciones' no calmarán a nadie, y tampoco se mantendrán mucho tiempo colgados, en vistas de una recuperación que será más bien lenta y dolorosa.
Para intentar abordar la problemática derivada de la crisis de la covid-19, la Dirección General de Consumo de la Región de Murcia ha puesto a disposición de las diversas agrupaciones y organizaciones de empresarios de la comunidad autónoma una serie de subvenciones y ayudas con el fin de reactivar el consumo en el comercio local.
No obstante, "la situación es muy compleja", comenta Casado. "No encontramos un paraguas institucional que nos proteja. Entiendo que la situación es complicada, pero nos jugamos el porvenir del país, el motor que dinamiza la economía española". En España hay más de 3 millones de autónomos; colectivo del que depende gran parte de la economía española. "Si no nos protegen y caemos, las consecuencias serán devastadoras para todo el país".
El futuro es absolutamente incierto. Lo único claro es que otro confinamiento haría caer todo, porque la inmensa mayoría de autónomos se encuentra en una situación límite, en la cuerda floja. España no podría permitirse que un gran porcentaje de autónomos se viera obligado a cerrar sus puertas, aunque es el porvenir más cercano a la realidad si no se actúa a tiempo.