VALÈNCIA. La Editorial Cuadranta acaba de publicar la novela Valencia no era una fiesta, del escritor valenciano Carles Ricart Dols, una obra que dibuja un homenaje a la ciudad del Turia y, a su vez, un canto de amor al club valencianista y al estadio de Mestalla. La historia narra, a base de capítulos cortos pero de lectura intensa, la relación de amor entre dos jóvenes universitarios (Pau y Cristina), tras conocerse en un pub del Barrio del Carmen. Este enamoramiento abrirá dos ventanas argumentales a lo largo de la novela: por un lado, Pau inicia, a título personal, una investigación sobre un caso de corrupción política en el que está implicado el padre de Cristina. Esta búsqueda de información le llevará a conocer los bajos fondos de la capital. Unas pesquisas que tienen su punto final en un asesinato y varias incógnitas a resolver.
Por otro lado, el segundo hilo argumental se centra en el sentimiento valencianista que Pau trata de contagiar a Cristina a lo largo de la novela. Para ello, el texto está lleno de reflexiones sobre el pasado, presente y futuro del club de Mestalla, citándose momentos y personajes históricos como el gol de Forment, las dos ligas de Rafa Benítez, Mario Alberto Kempes, Antonio Puchades o Marcelino García Toral. Este amor por el Valencia C.F. lo heredó Pau de su abuelo y se convierte una de las grandes pasiones de la pareja protagonista -junto a los libros y la lectura-. Por eso, la novela sigue, paralelamente, el rastro de una bufanda familiar que, como el sentimiento, va pasando de generación en generación. La fidelidad de aficionados como Pau y Cristina es la que evita que su equipo se dirija también hacia la desaparición definitiva.