CARTAGENA. La empresa de servicio municipal de limpieza viaria, recogida, tratamiento y eliminación de residuos en la ciudad de Cartagena Lhicarsa, de la que el Ayuntamiento de Cartagena tiene una participación del 10%, ha decidido prescindir de cinco de sus trabajadores, lo que ha provocado el desmantelamiento del departamento de personal.
Cuatro de los trabajadores afectados se reunían la pasada semana con el concejal de Servicios, Diego Ortega, y con la vicealcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, a los que les transmitían que desde el pasado 1 de septiembre han dejado de pertenecer a la plantilla de Lhicarsa. La mayoría de ellos -con edades entre los 52 y los 55 años- contaba con más de 30 años de antigüedad en la empresa y en su expediente no había ninguna falta ni sanción. El despido se produjo sin preaviso de 15 días, dejando a 5 familias en la calle y a la espera de saber los motivos.
A los trabajadores les han alegado causas organizativas y de producción, pero hay que recordar que es una contrata municipal que vence en 2030, en la que la facturación se incrementa cada año según el IPC y no existe competencia de mercado.
Tras la reunión que mantuvieron los afectados con los políticos municipales, estos pidieron explicaciones a Lhicarsa para que explicara que argumentos esgrimen para este despido. Han argumentado que hay informes de optimización de la plantilla y que han decidido adoptar de despedir a estas cinco personas, que en su mayoría forman parte del departamento de administración y al que dejan sin efectivos. Desde el equipo de gobierno afirman que la presidenta del Consejo de Administración, en este caso la alcaldesa de la ciudad, Noelia Arroyo, ha solicitado una reunión extraordinaria y urgente -que probablemente se producirá la semana que viene- de dicho consejo de administración para conocer los argumentos que llevan a Lhicarsa al despido de estos empleados cinco sobre una plantilla de más de cerca 400 trabajadores y que se reforzaba este verano con la llegada de hasta 120 efectivos más.
Reconocen cierto desconcierto entre los trabajadores de la empresa, ya que consideran que no hay motivos justificados para esta decisión, por lo que entre la plantilla reina cierta sensación de inseguridad ante lo que pueda venir ahora. Por otro lado, Lhicarsa les habría ofrecido la posibilidad de la reincorporación pero ocupando otros puestos, en este caso de limpieza viaria, que nada tienen que ver con su trabajo en las oficinas de la empresa, por lo que no estarían dispuestos a asumir otro tipo de tareas.
Hay que recordar, por otro lado, que el pasado mes de marzo, el Consejo de Administración de Lhicarsa aprobó las cuentas de la empresa de 2021 que reflejaban un crecimiento del beneficio después de impuestos de 289.000 euros. Las cuentas incorporan una provisión de 5 millones de euros que se destinan a sufragar las inversiones necesarias para el nuevo vertedero para el que se están gestionando en la actualidad las autorizaciones ambientales.
De los informes de las cuentas se deduce que ha habido un incremento del personal en los servicios de limpieza y recogida de basuras de un 7%, pasando de un promedio de 368 operarios en 2020 a los 396 establecidos por la dirección municipal del contrato.
Además, la deuda de Lhicarsa con entidades de crédito se ha reducido en un 13,28%, quedándose en 2.676.000 euros, mientras que su deuda a proveedores era al vencimiento de 2021 un 19,8% inferior a la del año anterior. Las inversiones durante 2021 también crecieron un 7%, básicamente por la adquisición de contenedores, mientras que las inversiones por motivos medioambientales se han incrementado por encima del 40%.
