CARTAGENA. Once meses de muestreo, en trece ubicaciones de tres municipios, para detectar hasta 43 sustancias y casi 1.400 muestras para determinar la ausencia de concentraciones de metales en el aire en el entorno de las antiguas zonas mineras de Cartagena, La Unión y Mazarrón, por encima de los límites normativos. Es el estudio más amplio hasta la fecha para evaluar la presencia en el aire de metales pesados y otras sustancias derivadas de la actividad minera.
El director general de Medio Ambiente, Juan Antonio Mata, presentó esta mañana en Cartagena el estudio de ‘Medición de metales en el aire en el entorno de suelos de minería metálica y estudio de fuentes’, junto con Iris Cuevas, directora del laboratorio Libelium, encargado de la investigación junto a Bureu Veritas y al laboratorio Labaqua, cuya conclusión confirma que “no se ha producido en ningún momento ni en ninguno de los puntos de muestreo superación de los valores límite para plomo, arsénico, cadmio y níquel”, expuso Mata.
Así lo constatan las 1.392 muestras que los investigadores recogieron entre septiembre de 2022 y julio del pasado año en 14 puntos, distribuidos con diez en Cartagena (Vista Alegre, Estrecho de San Ginés, Santa Lucía, Lo Campano, Alumbres (2), Los Belones, Llano del Beal, Roche y Los Dolores); dos en Mazarrón (casco urbano y Puerto de Mazarrón); y en La Unión (casco urbano y su pedanía de Portmán).
Aunque centradas en la presencia de metales pesados, las estaciones medidoras recogieron datos sobre 43 sustancias presentes en la composición del aire, incluyendo -además de las ya referidas de plomo, arsénico, cadmio y níquel- datos sobre aluminio, cobre, estaño, hierro, manganeso, mercurio, vanadio y zinc, entre otros.
De las 1.392 muestras recogidas, 608 fueron con filtros de alto volumen, 724 con filtros de bajo volumen (ambos recogidos diariamente) y otros 60 a través de depósitos de materia sedimentable, recogidos con periodicidad mensual. Una vez obtenidas, las muestras fueron analizadas en laboratorio y se elaboraron informes intermedios de los resultados.
Todos los trabajos de toma de muestras, análisis de laboratorio y procesamiento de datos los han desarrollado entidades debidamente acreditadas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), y los datos y analíticas se contrastaron con los valores recogidos en el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire.
El acto de presentación del estudio contó con la asistencia del alcalde de La Unión, Joaquín Zapata; la edil de Industria, Silvia García; y el jefe del departamento de Planificación Ambiental del Ayuntamiento de Cartagena, Antonio Sansano.
El estudio ha tenido un coste de 836.632 euros, de los que el 80 por ciento corresponde a fondos europeos Feder y el resto, a fondos propios del Gobierno regional.
Como segundo objetivo, el estudio identificó también las principales fuentes emisoras de materia particulada en los entornos poblacionales especificados y estimó las contribuciones de dichas fuentes a las concentraciones registradas, basándose en los datos procedentes del muestreo y análisis.
Así, en La Unión y Portmán la totalidad de los metales y otros compuestos analizados se ratifican como provenientes de la actividad minera, mientras que en Mazarrón los resultados indican que las concentraciones detectadas serían compatibles tanto con emisiones por actividad minera como por las procedentes de la actividad agrícola.
En los cuatro puntos del casco urbano de Cartagena (Vista Alegre, Almacén Municipal y Hospital de Santa Lucía) los datos podrían ser compatibles con emisiones provenientes de instalaciones industriales clausuradas y, en menor medida, de la combustión derivada del tráfico rodado. En algunas de las diputaciones, como Alumbres, se detecta tanto origen industrial como por actividad minera y emisiones agrícolas. En Llano del Beal y Estrecho de San Ginés la procedencia es común, compatible tanto con emisiones de potenciales fuentes por actividad minera como con emisiones procedentes de la actividad agrícola.
La conclusión general sobre presencia de partículas de metales y otras sustancias contaminantes en la fracción de PM10 obtenida, según explicó el director general, "puede ser compatible con emisiones provenientes de antiguas explotaciones mineras”, pero “pueden quedar difuminadas entre las emisiones generadas por otros factores como la combustión de combustibles fósiles (ya sea por actividad industrial o tráfico rodado), la actividad agrícola, o episodios de intrusión de polvo sahariano o combustión de biomasa".