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Observatorio de la Empresa Familiar 2019-2021

Las empresas familiares de la Región crean 7.000 empleos pese a reducirse en número 

2/06/2023 - 

MURCIA. En el periodo 2019-2021 el número de empresas familiares de la Región de Murcia se redujo en un 4,3% (unas 1.300 menos), sin embargo, en el mismo periodo, creció el empleo ligado a ellas en un 3,7%, lo que equivale a unos 7.000 empleos, según los datos recogidos en el informe bianual elaborado por el Observatorio de la Empresa Familiar.

El estudio forma parte de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum, financiada por CaixaBank, la Fundación Cajamurcia y la Asociación Murciana de Empresa Familiar (Amefmur), y ha sido presentado este viernes por uno de sus autores, Ángel Meroño.

En ese periodo, muy marcado por la crisis sanitaria del coronavirus, las empresas familiares mejoraron también sus resultados en un 4,7%, y 9 de cada 10 nuevas empresas fueron familiares, que se caracterizan por un mejor equilibrio financiero y rentabilidad que las no familiares.

El estudio arroja también conclusiones más positivas cuanto mayor es el tamaño de estas empresas, ya que las microempresas (con menos de 10 trabajadores) cayeron en un 5,7% entre 2019 y 2021, mientras que las pymes y grandes empresas crecieron en un 8,5%, lo que en conjunto ha permitido equilibrar la balanza y tener un balance positivo en el empleo.

Para llevar a cabo este informe, que ya va por su cuarta edición, se ha analizado información de 14.633 sociedades mercantiles (10.372 microempresas y 4.261 pymes y grandes), mientras que se han descartado para el mismo las empresas familiares unipersonales.

En total en la región hay 28.522 empresas familiares, que suponen un 87 por ciento del total, y que emplean a 208.000 personas, el 77% del total, y genera el 72 por ciento del valor añadido bruto privado.

En cuanto al comportamiento económico-financiero de estas empresas, el informe apunta a que el endeudamiento a largo plazo aumentó un 44,3% en el bienio analizado, lo que permitió mejorar un 32,1% su equilibrio financiero.

La productividad de las empresas familiares también creció un 3,9% en este periodo, un aumento menor que el que tuvieron las empresas no familiares, que son también de mayor tamaño medio que las familiares.

Así, un 88,5% de las empresas familiares son microempresas, por lo que su tamaño es mucho menor.

En cuanto a la tasa de desaparición de empresas familiares, fue del 21,3 por ciento, mientras que la de las no familiares fue del 18,5%, lo que demuestra que ese mayor tamaño ayuda a mantener la empresa, y las que desaparecieron se caracterizan por su mayor endeudamiento a largo plazo y su menor rentabilidad económica.

La proporción de empresas nuevas fue del 19% entre las familiares y del 17,4% entre las no familiares, y la proporción de empresas que cambiaron de propiedad fue de un 14% de no familiares que se convirtieron a familiares, y solo un 1,4 por ciento de las familiares pasaron a ser no familiares.

A pesar de que todos los indicadores demuestran que un mayor tamaño de la empresa la hace más competitiva y rentable, y también más susceptible de perdurar en el tiempo, Meroño ha subrayado que hay que poner en valor el papel de las microempresas porque, sin ellas, no se podría hablar de crecimiento y desarrollo, dado que todo proyecto suele surgir de estas formas empresariales de menor tamaño.

Por eso, ha insistido en que ambos modelos (micro y pymes y grandes) son necesarios, y ha subrayado que el crecimiento empresarial debe analizarse no solo desde una perspectiva de ganar tamaño interno, sino también a través de las uniones y colaboraciones para mejorar, crecer y diversificar.


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