MURCIA. La empresa familiar mejora resultados pero advierte: vienen malos tiempos. Así lo señalaron este martes en la presentación del barómetro que mide la actividad de un colectivo que representa más del 92% del tejido empresarial y que elaboran la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, con la colaboración de Bankia, y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur).
Así, el barométro señala que las empresas familiares de la Región de Murcia han mejorado sus resultados durante el ejercicio 2019 pero advierten sobre un cambio de tendencia provocado, fundamentalmente, por la incertidumbre del contexto político nacional y el enfriamiento económico internacional.
El incremento de las barreras arancelarias, los conflictos geopolíticos internacionales y la incertidumbre política nacional llevan a las empresas familiares a prever que la situación económica empeorará el próximo año, a pesar de que todas las variables de actividad se mantienen en este 2019 en saldos positivos.
el 53% de las empresas mejoró su facturación y el 37% incrementó su plantilla
En concreto, el 53% de las empresas mejoró su facturación y el 37% incrementó su plantilla. Sin embargo, el Índice de Confianza descendía 9 puntos, lo que se reflejó, principalmente, en una desaceleración en las inversiones realizadas, a pesar de lo cual ambos indicadores siguen en cifras positivas.
En este contexto de crecimiento, pero de desconfianza, las empresas familiares centran sus esfuerzos para poder competir en potenciar el servicio, la calidad y la atención al cliente. En cuanto a las dificultades experimentadas durante 2019, el 52% de las empresas señalan la presión competitiva. Le sigue en importancia la debilidad de la demanda (49%), que ha aumentado 15 puntos, los aspectos legales (38%) y la escasez de personal cualificado (35%), que crece claramente frente a estudios anteriores.
Respecto al próximo año, las tres primeras preocupaciones son de carácter externo y experimentan un crecimiento, especialmente la desconfianza en la economía. Destaca la irrupción de la preocupación por los aranceles. Las siguientes son ya de carácter interno: las relativas al control y a la incorporación de la familia, junto con el diseño organizativo, son las más importantes y, en un siguiente nivel, aparece la preocupación por la supervivencia.
Los datos los presentaron José Luján y Alejandro Díaz, rectores de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena; José María Tortosa, presidente de Amefmur; Carlos Aguilera, director corporativo de Negocio de Empresas de la Comunidad Valenciana y Murcia de Bankia; María José Ros, directora general de Innovación Empresarial y Defensa del Autónomo y la Pyme, y Ángel Meroño, coordinador del estudio y director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum.
Las empresas familiares también se pronunciaron sobre los sistemas de gobierno y el 18% de las compañías se plantea transmitir la empresa a la siguiente generación, cifra que crece 5 puntos respecto al año pasado. La intención de vender la empresa desciende 3 puntos hasta el 7%, siendo más importante en empresas a partir de la tercera generación (14%). Por último, la opción de cerrar sube 2 puntos hasta el 3% y, en el caso de las empresas en primera generación, sube hasta el 9%.
La incorporación de externos a la dirección y/o propiedad baja 6 puntos hasta el 9% y se produce exclusivamente en empresas a partir de la segunda generación.
Las empresas familiares participantes en el barómetro identifican la unión y el compromiso como los pilares de la orientación de la compañía a largo plazo. La unión se traduce en la adopción de planes de sucesión con familiares, mientras que el compromiso se centra más en la vertiente empresarial, a través del desarrollo de planes estratégicos y contar con consejos de administración que aseguren la continuidad de la empresa.