CARTAGENA. La tirolina gigante sobre el barranco de Izcagua, en el municipio de Puntagorda, tiene sello murciano. Aunque en este último mes la isla de La Palma es noticia por otro convulso suceso, en la zona de El Paso, Tazacorte y Los Llanos de Aridane, de sobra conocido, no muy lejos de esta demarcación, al noroeste de la isla canaria se encuentra una instalación que ha ejecutado la firma murciana Eneas Servicios Integrales.
Se trata de una espectacular tirolina, considerada la más larga de Canarias, que permite sobrevolar el barranco de Izcagua, dotando a la comarca de un nuevo atractivo turístico. Su construcción fue adjudicada a Eneas por un presupuesto de 234.899,91 euros, con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan).
Son 617 metros de tirolina y una pendiente del 11,5% de desnivel, que arrancará en la zona de los Miradores de Izcagua, a 692 metros de altura. La duración de este vertiginoso descenso es de un minuto y medio, en el que se discurre por una pronunciada caída del barranco, hasta llegar a una cota de 620 metros. Tanto la estación de salida como la de llegada están diseñadas para lograr la máxima integración en el entorno y minimizar el impacto visual. En esta recreación visual se entiende un poco más el impacto visual que provoca la misma.
La instalación consta de dos cables de acero. Uno de ellos actúa como principal y otro auxiliar. La misión del cable principal es sustentar a los usuarios mediante los correspondientes vehículos. El cable auxiliar tiene un doble objetivo, ya que por un lado sirve como sustento de los elementos de balizamiento anticolisión necesarios para proteger a la avifauna existente en la zona, y por el otro, como soporte de los componentes del freno de servicio instalado en la llegada. La tirolina está a falta de colocar el freno y certificarla.
El compromiso de la firma murciana no es nuevo con la isla de la Palma, hay que recordar que ha efectuado trabajos de emergencia para restablecer el abastecimiento de agua a aquellas zonas afectadas por los cortes de suministro provocados por los daños en las infraestructuras de distribución a causa de la erupción del volcán Cumbre Vieja. Los trabajos requirieron de maniobras precisas y rápidas debido a la proximidad a zonas de exclusión debido a gases nocivos y peligrosos.