MURCIA (EP). Las exportaciones hortofrutícolas murcianas, hasta octubre, han resistido el embate económico provocado por la pandemia de la covid-19. De esta manera, las cifras de frutas y hortalizas exportadas se situaron en 2.152.602 toneladas, lo que implica una cantidad similar al mismo periodo de 2019.
En cambio, el valor de las mismas se ha elevado un 11,5% hasta octubre, alcanzando los 2.384 millones de euros, según han informado fuentes de la organización de empresas agrarias en un comunicado.
Según estimaciones de Proexport, la exportación hortofrutícola murciana en 2020 registrará unos niveles tanto en volumen como en valor similares al año anterior, en torno a 2,5 millones de toneladas por un valor de unos 2.500 millones de euros. A nivel nacional, Fepex estima que la exportación española de frutas y hortalizas frescas crecerá un 5% en 2020, hasta los 14.200 millones de euros, mientras que mantendrá volúmenes similares a 2019, con 13,5 millones de toneladas.
Para Fernando Gómez, director de Proexport, "a falta de conocer los datos de los dos últimos meses de 2020, en los que desafortunadamente se ha producido una dramática caída de precios en determinados productos, podemos hacer un balance de moderada satisfacción, debido a la buena respuesta que el sector hortofrutícola ha demostrado frente a las adversidades provocadas por la pandemia".
En este sentido, ha indicado que "la rápida adaptación de las empresas y sus trabajadores a la nueva situación ha sido clave para seguir siendo un sector estratégico de nuestra economía en momentos de tanto sufrimiento socioeconómico".
Desde Proexport han recordado que en este 2020 "el sector hortofrutícola ha demostrado su fortaleza y compromiso con el conjunto de la sociedad. Ha sido un año atípico que iniciamos con una movilización del sector agrario nacional a causa de los elevados costes de producción, que estrangulaban la rentabilidad de las explotaciones".
Al respecto, Goméz, ha comentado que pese a esa difícil situación, "tuvimos que responder a una demanda que entró en pánico al inicio de la pandemia para seguir abasteciendo los mercados, adoptando fuertes medidas que evitasen poner en riesgo a nuestros trabajadores".
Ante la situación provocado por la pandemia, Proexport ha comentado que en marzo diseñó junto a los responsables de Riesgos Laborales de sus empresas asociadas un Protocolo de Actuación frente al Covid para el sector agrario, que ha servido de guía para afrontar las adaptaciones que todas las empresas han debido realizar para proteger a sus trabajadores frente a la Covid.
"Gracias a esa iniciativa y la rápida respuesta del sector, cuando toda España estaba confinada en casa y nosotros debíamos seguir llevando frutas y hortalizas a toda Europa, pudimos afrontar sin graves consecuencias el inicio de la pandemia", ha advertido el director de la patronal, quien ha aseverado que "a día de hoy seguimos colaborando con las autoridades sanitarias para reducir los contagios con la campaña 'Juntos contra el Covid', que va más allá del ámbito laboral y atiende a los contagios en el ámbito familiar y social".
Otro de los factores que han repercutido en la agricultura murciana de este 2020 fue la aprobación la Ley del Mar Menor por la Asamblea Regional y las medidas cautelares dictadas por la CHS, según han analizado desde Proexport.
En opinión de la patronal, "ambas iniciativas han marcado y marcarán el devenir de la producción hortofrutícola de la comarca del Campo de Cartagena", situando a la zona como el terreno con mayor nivel de protección medioambiental de toda Europa y limitando en extremo la actividad agrícola.
En este sentido, añade, "las duras limitaciones que afrontan las empresas agrícolas del Campo de Cartagena respecto al uso de materiales de abonado, riego, ciclos de cultivo, laboreo del suelo o su erosión, condicionan el futuro de esta importante zona de producción para la Región de Murcia y España".
Otra de los obstáculos que plantea esta organización es la aprobación de la última reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria. Desde su punto de vista, esta nueva normativa plantea serias complicaciones de aplicación para el sector con la obligación de introducir en los contratos el coste efectivo de producción y de que el precio pactado entre el productor primario y su primer comprador cubra dicho coste. A pesar de su buena intención, las últimas crisis de precios demuestran su escasa efectividad para equilibrar la cadena alimentaria.
Del mismo modo, el suministro hídrico se mantiene como un reto para el sector agrario, que precisa garantizarlo en el futuro para mantener su actividad. Proexport ha señalado que "las modificaciones de los Planes de Cuenca y las decisiones adoptadas por el Ministerio de Transición Ecológica nos obligan a ser muy exigentes y demandar responsabilidad a las instituciones para no dañar al sector".
Desde la organización profesional ha observado que "este año más que nunca se ha evidenciado que el agua depende de las decisiones políticas de cada momento, que han lastrado la inversión y el futuro de las empresas agrícolas, ante la incertidumbre que ha supuesto la anulación de sucesivos trasvases del Acueducto Tajo-Segura para riego".
A nivel europeo, Fernando Gómez ha insistido que "debemos adaptarnos a las líneas estratégicas que plantea la futura Política Agraria Común (PAC) y el Pacto Verde Europeo y contribuir con nuestra actividad a una economía limpia".
En este entorno internacional, el acuerdo post-brexit entre la UE y Reino Unido ha mantenido en vilo a los productores hortofrutícolas murcianos hasta última hora. "Ha sido un año de gran tensión comercial que, afortunadamente, se ha resuelto con un acuerdo que permitirá mantener las relaciones comerciales con Reino Unido sin aranceles".
Por último, las prioridades del sector hortofrutícola murciano para 2021 se dirigen a la digitalización y la sostenibilidad de las explotaciones. "El sector debe estar alerta ante los nuevos temas que afectan a su futuro y que obligan a un mayor consenso posible y el apoyo por parte de todas las instituciones implicadas", ha precisado el director de Proexport.
"Es preciso aplicar una política comercial más justa y que corrija la competencia desleal que actualmente sufren las producciones comunitarias, así como la aplicación de medidas de mejora de la competitividad acordes con el reto que plantea la globalización del mercado comunitario", ha concluido.