CARTAGENA. La policía local de Cartagena se vio obligada a desahogar algunas calles del centro de Cartagena, tal y como se puede ver en las imágenes que acompañan a esta información, debido a la gran confluencia de jóvenes congregados en las mismas.
Hasta dos coches patrullas se apostaron en la calle Cañón, en pleno casco urbano, para tratar de aliviar el incensante trasiego de gente que pretendía tomar una copa acompañado de amigos. La Policía Local se dedicó a impedir el acceso a aquellos que pretendían acceder a la zona, a la vez que invitaba a otros que permanecían de pie o sentados en los portales de las viviendas a que abandonaran la zona.
Tal era la afluencia de gente este sábado noche que la policía municipal no tuvo más remedio que ahuyentar a aquellos que pretendían llegar a los bares de copas.
A pesar de los continuos mensajes de prudencia que el Ayuntamiento de Cartagena manda tanto en redes sociales como incluso por megafonía en coches que recorren la ciudad, parece que los avisos no terminan de calar en todos. Los hosteleros tratan de cuidar mucho que las medidas se guarden -distancia, higiene-, pero no todos los clientes parecen haberlo comprendido. Es más, algunos hosteleros mostraban su impotencia ante tal situación y así se lo hacían saber a la propia policía. La presencia masiva de clientes no les beneficia en nada y son los primeros perjudicados.
No son pocos los vecinos de la zona que se preguntan si el cierre del tráfico de todo el casco urbano ha propiciado estas situaciones de aglomeración descontrolada de calles como Aire, Cañón, Jara, entre otras.