MURCIA. Algo más que arquitectura. Mucho más que una casa. Porque el proyecto Rambla Climate-House de Molina de Segura, además de ser concebido como vivienda unifamiliar, funciona como un dispositivo climático y ecológico capaz de revivir el rico ecosistema que una vez tuvo este municipio en sus ramblas y que fue destruido por la urbanización desmedida. Todo en esta casa, que gira alrededor del tramo de uno de estos cauces, está pensado para reparar las cicatrices originadas por el hombre e integrar la construcción actual e innovadora -y a sus habitantes- en un entorno en el que la naturaleza vuelve a abrirse paso y a ocupar el lugar que le corresponde.
La Rambla Climate-House es el resultado de la colaboración entre distintas disciplinas. Así, los arquitectos Andrés Jaque y la Oficina de Innovación Política, y Miguel Mesa del Castillo, han contado con la experiencia de la edafóloga María Martínez Mena y los ecólogos Paz Parrondo Celdrán y Rubén Vives. El resultado de tan pionera iniciativa en Molina de Segura ha sido objeto de atención en numerosos artículos de medios especializados, así como su selección a nivel regional para competir en los Premios Nacionales de Arquitectura.
Los arquitectos del proyecto explican que la casa se organiza alrededor de la elipse que contiene un fragmento de rambla, "como un observatorio en alianza con la reconstrucción del paisaje; tipológicamente organizada como un anillo de espacios continuos de ancho variable". También, que las cubiertas de la vivienda recogen la lluvia que se acumula, que junto a las aguas grises de duchas y lavabos son utilizada para regenerar el régimen climático de este tramo que ha sobrevivido a la urbanización de la zona y reparar con ello su antigua constitución ecosistémica.
Los resultados ya son visibles y "signos claros de recuperación de las formas de vida más-que-humanas propias de los ecosistemas de rambla han reaparecido después de un año de la entrada en funcionamiento de este sistema de reparación hidrotérmica", han constatado los profesionales que están detrás del proyecto. De esta forma, laureles, lentiscos, mirtos, baladres, myrica fayas, vincas y palmitos crecen en la sección elíptica sobre la que gira la casa; e insectos, reptiles, pájaros y lagomorfos la recorren.
Los arquitectos también destacan que la Rambla Climate-House "ensaya formas no ortodoxas de incrementar la eficiencia energética de la casa. Un banco de mármol alrededor de la sección elíptica permite que aquellos que viven en la casa se refresquen pegando su piel al mármol. Un serpentín expuesto al sol que corona la sección elíptica proporciona agua caliente durante todo el año".
Desde la finalización de su construcción la casa/clima ha funcionado como un dispositivo demostrativo. Los promotores, arquitectos, edafólogos y ecólogos de la vivienda han organizado encuentros con vecinos y miembros de la extensa comunidad de Molina de Segura para compartir conocimientos y experiencias en un esfuerzo colectivo para reconectar los urbanismos del término municipal con sus ciclos ecológicos y territoriales.
Cabe destacar que las ramblas constituyen un tejido de arterias horadadas por la lluvia, en cuyos cauces resultantes se acumula humedad y biodiversidad, se fija el carbono y se multiplican las relaciones ecosistémicas, jungando un papel crucial en la estabilidad del clima y del suelo de los ecosistemas de Molina de Segura.
