Bangalore, restaurante con terraza sobre la arena de Bahía, tiene trabajando en su cocina a personas de Senegal, Colombia y Francia con Ali, joven que llegó en patera a España hace nueve años, como maestro arrocero. "Aunque no es fácil todo es cuestión de quererlo conseguir", afirma mientras prepara la paella
MURCIA. Varios senegaleses, una colombiana, un francés … todos a una para dar el mejor servicio a quienes acuden a Bangalore Beach Club & Restaurant, una especie de ONU de la gastronomía a pie de playa en Puerto de Mazarrón.
El día a día en este restaurante con terraza sobre la arena de Bahía es como el de un Master Chef internacional que tiene a Elhadji Diouf, más conocido como Ali, como referente. Es el maestro arrocero, como le llaman a este hombre de 36 años que llegó en patera cuando tenía 27 en busca de una oportunidad que se le brinda y que desde luego que está aprovechando.
Ali, natural de Fayako, población senegalesa ubicada en la región de Fatick, que es fronteriza con Gambia, tiene una historia detrás, una de esas de superación que invitan a pensar que la vida puede ser mejor de lo que muchos puedan pensar.
"Vine a España en 2012 subido en una en patera para buscarme la vida y recuerdo que fue duro y nada fácil llegar hasta Mazarrón", comenta Ali, quien echa de menos a quienes hoy están lejos: "Mi familia sigue viviendo en Fatick, donde tienen su trabajo, aunque mi mujer y mi hija están en Marruecos y me gustaría traerlas conmigo. La niña nació hace ocho meses y no aún no la he cogido en brazos porque no he podido ir a verla por la pandemia, algo que espero hacer pronto cuanto tenga vacaciones después del verano".
Este tipo que se siente cómodo en la cocina y para el que los fogones cada vez tienen menos secretos lleva siete años trabajando en Bangalore, un lugar muy frecuentado en verano, y en el que comenzó como encargado de la seguridad y pronto pasó a hacer otras cosas. "Al principio me encargaba de vigilar el local por la noche, luego pasé a fregar platos y de ahí a la cocina. Mi especialidad son las paellas, pero preparo todo lo que hay con la freidora y las ensaladas y también postres", cuenta mientras echa el arroz a la paella con el sofrito preparado.
Se nota que su trabajo le gusta y que forma parte de un equipo. "Es lo que formamos todos aquí, pues somos como una familia que se apoya cada uno desde su puesto", indica alguien que tiene un lema vital: "Aunque no es fácil todo es cuestión de quererlo conseguir".
Al frente de ese equipo al que se refiere Ali está como encargado Víctor Rincón, quien lleva cinco años con él.
"Ali ha adelantado al maestro y hace el arroz mejor que él y su presencia, por lo tanto, es clave pues el plato fuerte de Bangalore son las paellas, lo que más piden los clientes, y él las prepara muy bien, la verdad. Desde el principio mostró curiosidad, que quedaba mirando a quienes las cocinaban y cuando se le dio la oportunidad respondió bien pues ya tenía idea", explica.
Rincón, madrileño afincado en Mazarrón, considera a Ali "todo un ejemplo de superación" y pieza importante en el grupo que capitanea y en el que coinciden personas de distintas nacionalidades.
"Todo el mundo que quiera trabajar y aprender es bienvenido", reconoce al tiempo que la mañana apenas le deja respiro entre preparativos y las llamadas que recibe.
"No para de sonar el teléfono y no paramos tras un invierno y un año muy malo por el coronavirus y tras el cual empezamos a ver otra alegría", manifiesta el responsable de un local que hace unos días recibió un Solete de la Guía Repsol, en el que es preciso reservar mesa dada la demanda existente y que las noches de los sábados ofrece también música en directo.