MURCIA. Uno de los principales problemas que está enfrentando en estos momentos la ganadería porcina es lograr combatir el impacto ambiental que generan los purines. Para ello, ya se han comenzado a impulsar proyectos como las plantas de biogás para transformar estos residuos en un producto beneficioso. Siguiendo esta misma estela, la Región pretende ser pionera al implementar por primera vez un sistema para la revalorización del purín mediante la utilización de las larvas de mosca negra.
Para ello ha nacido el grupo operativo Insectpur formado por tres empresas de la Región, Entomo Agroindustrial, que aporta su experiencia en el cultivo de insectos; Cefusa, que aporta la materia prima necesaria; y Alimer, que será la encargada de probar los compuestos de interés para la agricultura que se obtengan tras completar el proceso.
En concreto, el objetivo es validar un prototipo comercial de un sistema de procesamientos de los purines mediante el uso de larvas de mosca soldado negra. Los insectos estarán ubicados junto al recinto ganadero en un contenedor de barco, donde serán alimentados con purín de cerdo para, a través de su engorde y posterior tratamiento, generar biofertilizantes.
"El objetivo es transformar los residuos en situ, sin necesidad de transportarlos y del coste energético que eso supone. Además, la unidad comercial tiene una tecnología automatizada, por lo que el purín irá directamente de la granja hasta el contenedor, por lo que lo único que tenemos que recoger es el producto final. Además de la larva, el residuo que queda también se puede aprovechar como fertilizante así que todo lo que entra sale como algo aprovechable", explica Diego Amores, CEO de Entomo, en conversaciones con Murcia Plaza.
En este sentido, relata que ya han conseguido validar esta tecnología en la planta piloto de Cehegín, donde han logrado reducir el volumen del purín en un 70% en un plazo de 14 días. En consecuencia, ya están trabajando en la fase de diseño de este contenedor en colaboración con Cefusa con el objetivo de que pueda estar en funcionamiento a principios de 2024.
A partir de ahí comenzará la fase de pruebas, donde se obtendrán datos exactos sobre la cantidad de purín que logra revalorizar o la cantidad de larvas que deben emplear, con la intención de que a finales del mismo 2024 tengan ya un estudio elaborado sobre el resultado del proyecto.
"El objetivo es escalar el proceso e industrializar la unidad comercial. Vamos a hacer estas pruebas a pequeña escala para obtener las métricas necesarias para conseguir que sea algo escalable a nivel industrial", relata Amores.