Fotos: CEMENTOS LA CRUZ.
MURCIA. La industria del metal fue la primera en recibir con los brazos abiertos todas las ventajas que ofrece la impresión 3D, como la agilidad para fabricar piezas concretas a bajo coste. No obstante, este sector no es el único capaz de aprovechar las virtudes de esta tecnología, pues también la construcción mira con interés las posibilidades de aplicación dentro de su campo, un camino en el que la empresa con sede en Abanilla Cementos La Cruz está alzándose como pionera.
Al fin y al cabo, esta compañía ha construido un edificio entero a explorar los usos de la impresión 3D en hormigón, material en el que se especializan, donde destaca la investigación para la fabricación de piezas decorativas y estructurales que se pueden aplicar en obras de todo tipo, incluidas las viviendas.
"El sector de la construcción se ha automatizado muy poco. No hemos sabido adaptarnos lo suficiente a las nuevas tecnologías, como sí ha hecho la agricultura, porque seguimos haciendo edificios prácticamente artesanales, a mano. Los arquitectos diseñan las casas en 3D, con BIM y realidad aumentada, pero las obras se realizan poniendo un ladrillo encima de otro con los errores de tolerancia que eso genera. La impresión 3D es precisamente la que va a conciliar la industria 4.0 y la arquitectura porque va a robotizar muchos procesos que hasta ahora eran manuales", explica el doctor Víctor Martínez Pacheco, responsable del Laboratorio de Fabricación Aditiva del departamento de I+D+i de Cementos La Cruz.
En este sentido, expone que la impresión 3D reproduce en la realidad el diseño que se hace en un ordenador con una precisión milimétrica, de forma que se pueden hacer realidad obras más complejas con diseños que hasta ahora eran impensables. Y es que, gracias a la optimización en la geometría, se puede alcanzar una resistencia superior a la convencional en las construcciones.
Además, como no se generan residuos, la impresión 3D también supone un beneficio ambiental para la construcción. De hecho, se requiere un 90% menos de material para realizar las mismas piezas en fabricación aditiva, pues la tecnología permite optimizar donde se deposita el material, de forma que se permite incluir espacio para aislamiento e instalaciones, reduciendo el peso que transmite a la estructura.
En cualquier caso, las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora han sido a escala de laboratorio, por lo que aún resulta necesario ponerla en práctica: "Lo más importante era desarrollar un producto que funcionara y eso lo hemos conseguido. También sabemos que esta inversión la vamos a rentabilizar, pero no cuando, porque sabemos que va a pasar un tiempo hasta que sea la norma", incide Martínez Pacheco.
Para incidir en la normalización de esta tecnología, Cementos La Cruz ha firmado un convenio con el Colegio de Arquitectos para dar a conocer "los materiales del futuro a los técnicos que diseñarán las ciudades del futuro".