LOS TRIUNFITOS SALIERON DE LA ACADEMIA

La gran advertencia de Noemí Galera ante las primeras firmas de discos en OT 

1/03/2020 - 

CARTAGENA.  Por primera vez en la edición de 2020, los concursantes de Operación Triunfo se 'enfrentaron' a la firma de discos. Una actividad que desde el programa se encargan de fomentar, ya que ayuda a mantener vivo el 'fenómeno fan', y permite que los concursantes cojan perspectiva de lo que supone Operación Triunfo.

Una salida que siempre contiene un arma de doble filo para unos adolescentes que han soñado con vivir de la música y que de repente, de la noche a la mañana, sin 'merecerlo (por lo poco que llevan de carrera musical), se convierten en ídolos de masas. No es nada sencillo para un joven que da sus primeros pasos en el mundo de la música gestionar este tipo de emociones.

Una advertencia que, año tras año, repite una y otra vez Noemí Galera, directora de la Academia, consciente del 'peligro' de este tipo de eventos. Es complicado salir, tras casi dos meses encerrados en la Academia, y volver al trabajo diario sin perder la concentración. De repente, unos aspirantes a vivir de la industria de la música, se encuentran convertidos en estrellas sin haber hecho méritos suficientes para ello. "Recordad que es muy posible que no volváis a vivir algo semejante", señaló la directora de la Academia el día antes de las firmas.

Operación Triunfo es un programa muy propicio a generar 'juguetes rotos'. Las redes sociales suelen generar a los jóvenes triunfitos una visión de su carrera distorsionada de la realidad. Pese a la gran plataforma que supone OT para sus carreras, con una exposición semanal en horario de máxima audiencia en una televisión pública, una vez que se apagan las luces de la Academia, comienza lo duro. Dieciséis artistas se lanzarán al mercado con el objetivo de fidelizar, ya a través de su propia marca y no bajo el paraguas de OT, al mismo público. 

Un ejemplo claro de lo efímero que es el éxito del concurso si después no trabajas lo suficiente es Pablo López. Convertido en uno de los grandes nombres del pop español actual, su éxito no se lo debe a Operación Triunfo, aunque le ayudara a darse a conocer. El malagueño, tras una gira con su edición, la primera que se celebró en Telecinco desde su nacimiento en 2001 en TVE, se encontró de repente que todo ese público de masas que acudía a los conciertos de su edición ya no estaba. Con el fin del programa, era uno más en el salvaje mundo de la música.

Tuvo que remar y remar, con salas de bares semivacías, nevera tiritando al llegar a casa, para construir una carrera de éxito.En 2013 logra sacar su primer disco, Once historias y un piano, con el que logró un disco de oro, además de varios galardones de medios de comunicación españoles como Artista Revelación y una nominación a los Latin Grammys Awards como "Mejor Artista revelación". Un éxito que, pese a darse a conocer en OT, no lo debe al programa sino a su propio trabajo.

"Es un espejismo. No me canso de repetirlo", advirtió Noemí Galera tras el fin del segundo pase de micros de la gala 7. Una premisa que espera que sus alumnos asimilen pronto para evitar que la caída desde el 'cielo' de la fama sea lo más controlada posible y puedan vivir de su sueño: la música.

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