CARTAGENA. A falta de poco más de un mes y medio para que arranque la temporada alta en el sector servicios, los empresarios vienen advirtiendo desde hace semanas que está resultando muy difícil contratar a camareros y cocineros para cubrir la alta demanda que esperan, principalmente en las playas de la Región de Murcia. Tan importante se ha convertido el asunto que algunas asociaciones hosteleras estudian ahora hacer llamamientos en otras comunidades autónomas ante la escasa respuesta que están obteniendo hasta ahora o, llegados al caso, decantarse por la gran cantidad de refugiados ucranianos que buscan trabajo en cualquier sector.
Las plantillas se verán incrementadas como mínimo un 30% en la temporada veraniega a punto de arrancar, pero la situación es que si cuesta trabajo completar una plantilla, más difícil incrementarla . "La suerte es que hay trabajo, pero la mala suerte es que la gente no quiere trabajar los fines de semana, a turno partido o en verano", Juan José López, presidente de Hostecar.
Argumentan que una de las principales causas está en los salarios bajos que se reciben en el sector, por lo que la pelota acaba de nuevo en el tejado de los empresarios, que son los que han de mejorar las condiciones de sus trabajadores. "Contratos de tres meses no los quieren. Hay gente que está cobrando ayuda y pararla para trabajar tres meses no les compensa", apostilla López.
Quien busca empleo "no se quiere ni acercar a estos empleos y menos cuando son temporales, que, como todos sabemos, tienen unos horarios más complicados y unas condiciones más concretas", añade López, quien incide en que si no hay trabajadores cualificados se baja el nivel de calidad de los establecimientos, por lo que en algunos casos "los empresarios nos dicen que para dar un mal servicio, es mejor no abrir siquiera".
"Es un gran problema para nosotros", por lo que han pensado hacer un llamamiento a los demandantes de empleo de otras comunidades con los que enmendar, en parte, el problema que se avecina. Es más, no descartan ni mucho menos, ofrecer trabajo a los cientos de refugiados ucranianos que han llegado estos meses a la Región y que andan buscando empleo en el campo, en labores de hogar o en la hostelería. La patronal cartagenera ha organizado incluso cursos express para formar a aquellos que así lo deseen y algunos empresarios ya han iniciado la contratación de refugiados recién llegados a la Región. Desde Hostecar, mientras tanto, tienen en marcha su bolsa de empleo para que empresarios y empleados puedan entrar en contacto entre la ofreta y la demanda y ponerse de acuerdo de manera más ágil.
"Necesitamos gente, pero sobre todo gente formada. No nos vale cualquiera, porque tenemos un negocio que defender y a un cliente al que darle el mejor servicio".
Cartagena saca profesionales formados a través la Escuela de Hostelería, un grado que hace la UCAM o los cursos que hace la ADLE "pero programas como Mastercheff han hecho mucho daño. Necesitamos trabajadores del día a día, porque restaurante de estrellas Michelín tampoco hay tantos. Buscamos personal capaz de remangarse".
La hostelería se ha convertido "en el centro de todos los males, que si explotación, que si sueldos bajos, que si mucho trabajo, por lo que cualquiera huye de este trabajo". Así que cuando se encuentra un buen profesional "la gente se lo rifa". Durante estos meses se está negociando el nuevo convenio para la hostelería y la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Región de Murcia ha ofrecido a los sindicatos una subida salarial del 3,5% para 2022 y del 2,5% para 2023, así como una baja por incapacidad temporal por enfermedad común por trabajador y año. "Queremos que el convenio se firme cuanto antes para que los trabajadores vean reconocidos sus derechos, sus sueldos y lo que tengamos en nuestras empresas sean profesionales capaces de sacar su trabajo adelante".
