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TENIS 

La clave de la mejoría de Carlos Alcaraz

El tenista murciano comenzó a trabajar en el gimnasio como un animal en la academia que su entrenador, Juan Carlos Ferrero, tiene en Villena cuando se declaró la pandemia y él todavía tenía 16 años. Luego las dos semanas que pasó encerrado en la habitación de un hotel de Melbourne le hicieron madurar antes de iniciar un año en el que ha hecho cuartos de final en Estados Unidos, tercera ronda en Roland Garros y segunda en Wimbledon y Australia

8/09/2021 - 

MURCIA. Carlos Alcaraz Garfia, quien venía apuntando alto, ha consumado su progresión en el Abierto de Estados Unidos, en el que ha hecho cuartos de final y sólo una lesión en su duelo con el canadiense Felix Auger-Aliassime le ha impedido seguir peleando por llegar más lejos. El joven murciano, de 18 años y que el próximo lunes aparecerá entre los 40 primeros tenistas del mundo -hoy ocupa el puesto 55-, ha sido capaz de superar cuatro rondas en el cuarto Grand Slam de la temporada, algo que en Estados Unidos nadie hacía a su edad desde 1963 -entonces lo consiguió el brasileño Michael Koch-. 

Ver al de El Palmar desenvolverse en la pista denota una gran mejoría que hay que buscar en la fuerza y la madurez que ha ganado por lo mucho que ha trabajado en los dos ámbitos durante el confinamiento, primero en la academia de Villena en la que entrena junto a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, y luego en el hotel Grand Hyatt de Melbourne durante las dos semanas que estuvo encerrado solo en su habitación antes del Abierto de Australia por coincidir con un contagiado por covid en el vuelo hacia el país oceánico.

"La Roca" le pega mucho más fuerte a la bola, sus piernas dan más de sí y está preparado, como ha demostrado, para superar momentos adversos ante todo un número 3 del mundo como el griego Stefanos Tsistipas, al que venció en cinco sets, como luego hizo contra el alemán Peter Gojowczyk.

Antes había vencido en Nueva York al británico Cameron Norrie y al francés Arthur Rinderknech.

Está claro que las sensaciones que emite Alcaraz son todavía mejores que las que transmitía hace un año y medio, cuando se declaró la pandemia del coronavirus, lo que le llevó, como a todos, a cambiar su planificación.

Estuvo seis meses sin competir, con lo que supone de frustración para un chico con las ganas de comerse el mundo, pero aprovechó para trabajar en el gimnasio como un animal y eso para un crío que entonces tenía 16 años tiene sus efectos inmediatos. De ser un chaval delgado y con la fuerza propia de un menor de edad pasó a convertirse en otro mucho más musculado y con una potencia muy superior. Sus golpes así lo evidencian.

"Dado que durante el confinamiento estuvimos bastante semanas sin competir pasamos muchas horas en el gimnasio para aguantar el ritmo de los partidos cuando volviera a jugar", dijo en una entrevista concedida a Murcia Plaza antes de comenzar 2021, su primer año completo como profesional.

Ese esfuerzo está teniendo refrendo en la competición y también lo que ha pasado, algo que le marca a un tenista tan joven.

"Lo que más debe mejorar y lo está haciendo mucho, es lo mental", apuntó Ferrero con respecto a su jugador, para quien tiene un consejo que también hizo público en otra entrevista concedida a este medio: "Para ser muy bueno y no quedarse por el camino Alcaraz debe trabajar cada día con dedicación y hasta con fanatismo".

Esas sesiones levantando pesas y las interminables jornadas encerrado en el hotel de Melbourne le han hecho ser mejor tenista en todos los sentidos y estar mucho más preparado para competir con los mejores. De hecho, ya se puede decir abiertamente que él es uno de ellos. Llegar a cuartos de final en el US Open, a la tercera ronda en Roland Garros y a la segunda en Wimbledon y Australia está al alcance de pocos.

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