expedición Buque de Investigación Oceanográfica 'Hespérides'

"La Antártida es una gran cápsula del tiempo y un espacio reservado para la ciencia y el estudio"

10/11/2019 - 

CARTAGENA. El comandante del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) 'Hespérides', el Capitán de Fragata José Emilio Regodón tiene a punto las maletas para emprender una nueva aventura, en su caso será la segunda, en el buque de investigación oceanográfica, que este próximo día 12 iniciará su trigésimo segunda campaña a la Antártida.

-Esta es su segunda y última expedición. La primera fue de descubrimiento, ¿cómo cree que será ésta? 

-Esta segunda expedición va a tener un punto menos de ilusión, en el sentido de que voy a repetir los mismos puertos, pero sin llegar a la confianza. La Antártida no es un lugar para confiarse ni par ir de sobrado. Ni me puedo ni pretendo permitírmelo

-¿Y en los días previos, qué sensaciones se tienen, porque son ocho meses de travesía?

-Salimos este próximo martes y regresaremos el 17 de junio de 2020. Son más allá de siete meses. Estos días son de mucho ajetreo con las últimas cargas, las últimas reparaciones. También son días intensos a nivel familiar, porque todos nos damos cuenta de que la separación ya llega y los nervios pueden llegar a aflorar.

-¿Tanto tiempo fuera de casa cómo lo sobrelleva la familia?

-El año pasado fueron 6 meses de despliegue. Mi familia, pero en general todas las familias de la Armada son los grandes héroes y las personas realmente abnegadas son las que dejamos atrás. Yo acumulo ya los 1.500 días de mar. Voy a celebrar pronto las Bodas de Plata con mi pareja, pero mi mujer se ríe me dice que solo le he dado 20 años de tu vida, porque los otros cinco años no estaba en casa.

-¿Y usted?

-Pues soy un apasionado de mi trabajo y esto ayuda mucho a llevar la separación tanto tiempo. Te sigue quedando ilusión todas las mañanas para dormir poco y levantarte pronto.

-¿Entiendo que es fundamental, para que todo funcione como un reloj, la buena sintonía entre investigadores y los integrantes que forman parte del buque no?

-Al final se reduce todo a un tema de relaciones humanas. A bordo convivimos tres grupos. Una dotación, la mía, compuesta por 55 profesionales de la Armada. El segundo grupo son los técnicos de la Unidad de Tecnología Marina del CSIC que es personal profesional técnico que se encarga de operar el complejo instrumental científico, que a su vez necesitan los científicos, que son el tercer grupo, para desarrollar sus trabajos.

La confluencia de estos tres grupos, cada cual con sus inquietudes, necesidades e idiosincrasia es muy interesante y al final tiene mucho que ver con las relaciones humanas. Hay que dejarlo todo de lado en aras de trabajar juntos para que el producto sea el mejor posible.

"¿qué hay que Guardar en la maleta? Pues el cargador del teléfono móvil y la conexión por whatsapp"

-¿Qué es básico guardar en la maleta y que uno no puede renunciar en una travesía tan larga y difícil?

-Si le ofreciera una visión romántica, le diría que mis libros y mis recuerdos, pero a fecha de hoy, el cargador de mi teléfono móvil y la conexión por whatsapp.

-¿Con las nuevas tecnologías se sienten un poco más cerca de casa?

-La navegación en el siglo XXI no tiene nada que ver con esa navegación de hace siglos ni tan siquiera de hace unos pocos años. En el Hespérides disfrutamos de conexión vía internet permanente. Tenemos el barco lleno de routers wifi y modems que permiten que cualquier persona a bordo pueda levantar el teléfono y hablar con sus casas. Símplemente compartir una foto de un iceberg, una ballena a 14.000 kilómetros te hace la vida cercana. O, por el contrario, ver cómo preparan la tarta de cumpleaños de tu hijo. La distancia ya no implica esa sensación de desconexión.

-¿Cuánto personal forma parte de esta expedición?

La dotación tiene 55 personas y hasta 37 personas más entre científicos y técnicos. Podemos estar navegando en aguas antárticas en orden de 100 personas. En total a lo largo de toda la campaña el Hespérides le puede dar apoyo a del orden de 250 personas de más de 10 nacionalidades.

-¿Se sienten herederos de los grandes investigadores y aventureros de otros siglos?

-De alguna manera sí, porque sigue habiendo aventura en este planeta. Navegar a la Antártida con nuestros modernos sistemas de navegación, telecomunicaciones, posicionadores por satélite, sigue teniendo un factor de enfrentarse a la naturaleza. La primera vez que navegas por los canales patagónicos, que cruzas el Mar de Hoces o en el volcán activo de Decepción, para ti es la primera vez y puedes imaginar lo que sintieron Scott, Amundsen o Shackleton.

-Este año se desarrollarán 13 proyectos. ¿Nos puede explicar en qué consisten?

-De los 13 proyectos el programa Polar Español algunos van a tener desarrollo directo en el Hespérides. El primero es del Observatorio de Rayos Cósmicos de Aragón, que se llama proyecto Orca. El detector de rayos zarpa con nosotros desde Cartagena y un científico a bordo para supervisarlo. En la Antártida abordaremos el proyecto Powell, que estudiará la sismicidad en el Mar de Weddell. Se bombardea con cañones de aire comprimido para saber cómo es el fondo de esa zona del planeta y descubrir las interacciones entre las placas tectónicas. A continuación está Bravoseis, un estudio de sismicidad en el Estrecho de Bransfield. Acoplado a este proyecto se desarrollan cuatro proyectos más: Galileo IHM, que es el desarrollo de la constelación de satélites europea, similar al GPS americano. Estudiaremos la recepción de la señal de estos satélites en latitudes extremas sur. Está, por otro lado, el proyecto Geodeff -sistemas invasores en la Antártida- y, finalmente, un proyecto colombiano sobre tardígrados, uno de los seres vivos más resistentes del planeta. En mayo y junio haremos estudios exclusivos en el entorno de las Islas Canarias.

"Acumulo en mi vida 1.500 días en el mar, o lo que es lo mismo, cinco años de casado"

-¿Nos puede explicar cómo se desarrollará el viaje, etapas, estancias y periodos?

-Zarpamos el próximo martes. Cruzar el Atlántico nos llevará alrededor de 20 días y entraremos en Montevideo para realizar una escala técnica de tres días motivada porque damos apoyo al Programa polar uruguayo. La siguiente parada y la puerta de la Antártida será Punta Arenas en Chile, donde embarcarán los técnicos que abren la base Juan Carlos I y los compañeros del ejército de Tierra que abren la base Gabriel de Castilla. Entraremos y saldremos en la Antártida con periodos de 30 días y posteriormente remontaremos el Cono Sudamericano a Río de Janeiro para navegar un mes durante el Atlántico Sur donde embarcaremos a los investigadores del proyecto Saga. Rendimos comisión antártica en las Islas Canarias y allí efectuamos el proyecto de zona económica exclusiva que nos llevará en junio a Cartagena.

-Le he oído decir cosas muy bonitas de la Antártida, pero para los ciudadanos de a pie que nunca viajaremos a esas latitudes, ¿cómo se puede explicar lo que ven y lo que viven?

-Lo de no viajar nunca a la Antártida nunca se sabe, porque el año pasado la visitaron 50.000 turistas y este año esperamos 70.000. El ser humano está dispuesto a visitar hasta el último rincón de este planeta. La Antártida tiene la fascinación de los sitios remotos. La naturaleza es salvaje y la supervivencia humana es imposible sin los medios actuales con bases y barcos. Lo más impresionante es ponerte en contacto con esa naturaleza en estado virgen y salvaje. En un mismo día puedes ver las cuatro estaciones. De estar a cerco grados a descender a 25 bajo cero, con una atmósfera transparente y una transmisión de sonidos a distancias increíbles. La vida salvaje no nos tiene ningún miedo y con el barco fondeado si viene una manada de ballenas decide visitarte solo te queda apoyarte en la borda y disfrutar del espectáculo.

-¿Cómo se desarrolla el día normal de un comandante en la Antártida?

-Los días son largos en la Antártida. Aprovechamos el verano austral y tenemos días de 20 o 22 horas de luz. Amanecemos temprano, yo particularmente para hacer ejercicio en el gimnasio. A continuación supervisamos las actividades de navegación. Cada minuto en la Antártida se exprime al máximo, para garantizar la mayor eficiencia en un medio que cuesta mucho a los contribuyentes. Reuniones con científicos, visita a bases nacionales o extranjeras. Preparamos la navegación nocturna, tomar una bebida caliente, contactar con la familia y mandar la foto del día, preguntarles como van las cosas por casa y si han pasado tal recibo. Estás en la Antártida pero puedes tener fácilmente una conversación como ¿cariño, hay que presentar la declaración de hacienda? Eso sigue pasando allí.

"El Hespérides es un barco de alma cartagenera"

-Es un hecho el cambio climático. ¿Allí se ve con más claridad?

-El cambio climático sí que es un hecho, punto. La gran pregunta que enfrenta a los científicos es hasta qué punto de ese cambio climático, la acción del hombre tiene más o menos influencia. La Antártida tiene la gran ventaja y oportunidad de ser una cápsula del tiempo y un espacio que la Humanidad se ha reservado para la ciencia y el estudio. Está intocada desde hace miles de años y gracias a eso, se puede ver cómo ha sido el tiempo en el planeta tierra miles de años atrás. Mentiría si dijera que yo he visto el cambio climático, porque he bajado solo una vez y no tengo referencias. Necesitas tener una secuencia temporal para apreciarlo. Lo realmente interesante es la serie de datos temporales. Desde los 80 hay científicos que están levantando los mismos datos en el mismo lugar durante 30 años, eso es fundamental para entender procesos como el cambio climático.

-¿La conservación de la Antártida es básica para la vida del planeta?

-Es el gran refrigerador del planeta. Es todo un continente, es del tamaño de medio África y tiene espesores de hielo de más de 4 kilómetros. ¿Podríamos vivir sin la Antártida? El planeta sí, pero no está claro si el ser humano será parte de ese planeta tierra. Tal y como la conocemos en estos momentos es literalmente vital para nuestra supervivencia.

-¿Se conoce más de planetas como Marte que de la propia Antártida?

-Probablemente. La Antártida, como el fondo de nuestros mares, tenemos mucho margen de mejora. En 2016 se publicó el primer mapa de alta resolución que recoge toda la extensión de la Antártida. Está llena de secretos porque aún no nos ha dado tiempo de extraerlos. Es el lugar más seco del planeta, el gran desierto de la Tierra y donde menos llueve.

"La Antártida está llena de secretos que aún no nos ha dado tiempo a descubrir"

-¿Qué es y de qué está formada la Antártida?

-Es un continente, el sexto. Debajo de la gran capa de hielo hay un continente formado por dos grandes islas unidas por una ‘boina’ de hielo que tiene la cualidad que en el invierno antártico duplica su extensión porque el mar se hiela y en primavera se deshiela y se reduce al tamaño que encontramos nosotros en verano cuando hacemos nosotros nuestro trabajo. Las bases antárticas españolas serían imposibles en invierno porque todo el mar que las rodea se hiela.

-Debajo de ese manto de hielo, a casi cuatro kilómetros, hay un lago, que, si no he leído mal, mide 250 kilómetros de largo y 50 kilómetros de ancho, ¿no es así?

-Efectivamente. Es el Lago Vostock. En la superficie hay una base rusa, famosa porque tiene el récord de temperatura más baja registrada, alrededor de los -88 o -99 grados. Es una cápsula del tiempo de la Antártida y ahí hay agua líquida y encima esa capa de hielo de 3 kilómetros de profundidad. Se han hecho prospecciones para alcanzar el lago sin contaminarlo y podrían haber organismos, bacterias o virus desconocidos en el planeta Tierra y que han quedado encapsulados en el tiempo.

-¿Me puede explicar en qué consiste el proyecto solidario que llevarán a cabo en esta edición?

-Desde 2014, la Armada Española a través del buque de investigación Hespérides tiene contacto con la Casa de Acogida Miraflores, en Punta Arenas., Lo llevan unas hermanas religiosas y ayudan a niños hasta los 10 años con riesgo de exclusión social o personas mayores con un grado de dependencia leve. Establecimos contacto con ellas y a base de solidaridad, primero en Cartagena y luego en el resto de la Región y España, la gente nos hace donaciones bien en material o económicas y se lo trasladamos allí. Haremos la entrega en diciembre de 2019 y es bonito aunar el esfuerzo científico con esa tarea colateral y muy hermosa de la ayuda solidaria.

-Cartagena y Hespérides están unidas de la mano, ya que tiene su base en el Arsenal Militar de Cartagena. ¿Hay un vínculo que une la ciudad y el buque?

-El Hespérides es un barco de alma cartagenera. La idea de construir un barco polar nació aquí. Se diseñó en Cartagena en Bazán, lo que hoy es Navantia y se botó aquí y desde entonces ha estado basado en Cartagena. Aquí ha establecido una relación peculiar y eso hace que el barco se sienta como se siente su navegación.

Noticias relacionadas

next