entrevista (I) a la vicepresidenta del gobierno regional

Isabel Franco: "Hay que cambiar el modelo de residencias"

La consejera de Igualdad advierte de que el número de llamadas por violencia de género "ha descendido drásticamente" durante el confinamiento

19/04/2020 - 

MURCIA. La vicepresidenta del Gobierno, Isabel Franco, ha pasado toda la crisis del coronavirus confinada en su casa pero con todas sus preocupaciones puestas en la primera línea del frente, como máxima responsable de la gestión de las residencias, uno de los focos más golpeados por la pandemia en la Región de Murcia. "Si pedimos a los ciudadanos que se queden en casa, nosotros tenemos que predicar con el ejemplo", comenta la también consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social. Asegura que solamente ha salido de su domicilio en "ocasiones muy puntuales": para asistir al Consejo de Gobierno y también para una visita imprescindible a La Arrixaca: "Las personas que estamos en los programas de Oncología no dejamos nunca de hacernos pruebas; y tampoco en estas circunstancias se han suspendido nuestros calendarios", relata a Murcia Plaza en una entrevista realizada por videoconferencia.

-En un mes de pandemia, la mitad de los fallecidos en la Región son personas mayores que vivían en residencias. ¿Qué se ha hecho mal?

-Antes de que se iniciara esta situación, centramos toda nuestra atención en este colectivo especialmente sensible, pero el nivel de contagio del virus es tan elevado que atravesó el muro invisible que construimos el 5 de marzo en las puertas de las residencias. Revisaremos muchas cosas a partir de esta experiencia. Lo que ha ocurrido en algunas residencias es, básicamente, que el virus ha superado la barrera que levantamos.

-¿Las residencias con infectados ocultaron información?

-No creo que sea tanto así como que se haya podido producir algún tipo de desajuste en un momento dado. Confío mucho en las medidas que se adoptaron desde el IMAS. Comenzamos el 5 de marzo y el 20 de marzo ya habíamos tomado cien medidas. Había que pedir a las residencias una capacidad de reacción en un escenario que es nuevo para todos. También tengo confianza en el trabajo de las autoridades sanitarias. Desde que se hicieron cargo de las residencias, la trayectoria ha sido buena; hasta el punto de que llevamos desde el 22 y 23 de marzo con la misma cifra de residencias afectadas. Hablamos en todo momento de cinco residencias, cuatro de personas mayores y una de personas con discapacidad, sobre 107 residencias dependientes del IMAS y de 116 que hay en total [hay nueve privadas]. Esa cifra se ha mantenido inalterable durante tres semanas. Aunque no podemos celebrarlo ni levantar las campanas al vuelo, debemos ser muy prudentes.

-El consejero de Salud, Manuel Villegas, en sus últimas comparecencias diarias, nombra una sexta residencia afectada: un centro de menores del que no han transcendido detalles.

-No hay ninguna sexta. Es un trabajador de un centro de menores que dio positivo estando fuera de la residencia y cuyo centro nunca pisó durante el periodo de incubación del virus. Dentro del centro de menores no hay ningún positivo.

"NO SABEMOS QUÉ PANORAMA SOCIAL NOS ENCONTRAREMOS EN LOS MUNICIPIOS"

-Asegura que revisarán muchas cosas de las residencias. ¿Qué van a cambiar?

-Lo tenemos que cambiar todo. Es una necesidad que ya venía planteándose. Cuando visitábamos las residencias, nos contaban que el modelo que se aplica es el que se concibió hace 25 años, que hablaba de residentes en buenas condiciones que iban a residencias para estar en compañía y sentirse mejor atendidos. Pero esa no es la circunstancia en estos momentos. Se está viendo que las personas mayores no quieren ir a ninguna residencia, sino que quieren recibir la asistencia en sus casas, algo que también estamos haciendo. Y sólo van a residencias las que tienen un alto nivel de dependencia o discapacidad. Tenemos que adaptar el modelo de residente al servicio que recibe y potenciar su atención sanitaria.

-En algunas comunidades se está poniendo en duda el recuento oficial de víctimas, ¿las cifras de la Región se ajustan a la realidad?

-Esa es mi percepción. Soy prudente con las matemáticas; pero el seguimiento del recuento de cifras y la transparencia, porque Salud lo está contando a diario, me llevan a pensar que estamos dando datos ajustados a la realidad.

-¿A qué cree que se debe que la Región sea uno de los territorios autonómicos con menos casos?

-Es complicado que hable yo sobre esa materia, no soy una autoridad sanitaria. Sencillamente, creo que llegó más tarde y eso nos ha dado una gran ventaja. Sí pienso que hemos destacado en la Región por tomar decisiones valientes y rápidas. El liderazgo del presidente López Miras y el apoyo unánime de todo el Consejo de Gobierno han contribuido de manera decisiva.

"La renta básica de inserción es nuestra prioridad"

-¿Cuándo debería abrir la Comunidad el confinamiento?

-Vuelvo a decir que me resulta difícil que me pronuncie porque no soy la autoridad sanitaria; es importante saber el lugar que ocupamos en esta crisis. Sí digo que, a título personal, tenemos que buscar el equilibrio entre garantizar la contención en el contagio con poner en marcha la economía de una vez. Esta crisis tiene tres etapas: la primera es, sobre todo, sanitaria; se ha iniciado una crisis económica muy importante y como consecuencia de ambas se ha iniciado una crisis social importantísima. Nos va a llevar a las administraciones de Políticas Sociales a hacer un mayor esfuerzo. El escenario ha cambiado por completo: la atención a las familias y a los vecinos va a crecer exponencialmente.

-¿Considera que los niños deberían salir antes?

-Soy también madre y soy prudente con esa decisión. Voy a intentar que mi hija salga cuando existan las mayores garantías posibles. Y sé que es muy duro y muy complicado.

-Ante el más que previsible batacazo económico que conllevará la pandemia, las políticas sociales serán fundamentales en los próximos meses. ¿Tiene su Consejería crédito económico suficiente para hacer frente a las necesidades?

-Los Presupuestos, que serán acordados el próximo martes, nos dotarán de 110 millones más. Mientras se cumple el último trámite, mi expectativa es que la Consejería va a crecer en dotación presupuestaria. Para ello, de manera paralela, la comisión [Comisión Reactiva Postcovid-19] está diseñando ya la modificación de los Presupuestos que permitirá reorientar partidas a aquellas consejerías que más lo demandamos. Por supuesto, Salud es prioritaria. Pero después de reactivar la economía, Política Social tiene que ser la siguiente. Hemos calculado que Política Social necesitará 35 millones para arrancar, sólo para empezar. Porque todavía no sabemos qué panorama nos encontraremos en cada uno de los municipios.

"el envío del dinero para las becas de comedor se frenó porque ocho municipios no enviaron a tiempo la documentación"

-¿Cuál es la prioridad para la consejería de Política Social?

-Ya hemos empezado con ella: es el incremento de la renta básica de inserción, que hemos ampliado a 500 personas y ya reciben unos 5.000 murcianos. Es importante que lleguemos al máximo de personas en situación de pobreza. Eso es prioritario. Recibimos 9,2 millones de euros de un fondo estatal y desde la Consejería hemos destinado 3,1 millones a incrementar el número de personas que cobran la renta básica de inserción, a la contratación de medidas extraordinarias para las residencias y a la adquisición de material; el resto, 6,1 millones, se ha destinado a todos los municipios de la Región. 

-¿Qué criterios se han seguido para el reparto de ayudas en los municipios?

-Los criterios son la edad, con preferencia para localidades con más mayores de 65 años y más menores de 16, y el tamaño de los municipios, para incrementar la dotación en las poblaciones más pequeñas. Y hemos marcado tres ejes para emplear esa ayuda: prioridad a las familias numerosas y monoparentales; bienes y servicios básicos como el agua, la luz y la comida; y contratación de personal de servicios municipales. De hecho, se crearán 74 puestos de trabajo en los municipios.

-Con la nueva crisis y sus medidas para recuperar la economía, ¿quedarán en un segundo plano las políticas de igualdad?

-Para nada. Tenemos que desarrollar un esfuerzo importante en violencia de género. Ya hemos trasladado el modelo presencial a un modelo telefónico. La mujer que sufre violencia machista está conviviendo 24 horas con su maltratador y tenemos que articular nuevos elementos para canalizar denuncias. Nos preocupa que una mujer pueda tener dificultades para denunciar. En ese sentido, hemos puesto en marcha una ambiciosa campaña, Si la oyes, llama, que ha contado con la participación de actores, famosos y personas representativas de la Región pidiendo la colaboración del vecindario. Los vecinos comparten más tiempo, pared con pared, y le pedimos su colaboración. Si oyen una situación de maltrato, que se pongan en contacto con nosotros. Las políticas de igualdad siguen funcionando; eso sí, se ha ralentizado el Observatorio de la Igualdad, que no se ha puesto en marcha porque es muy complicado al no poder hacer nada de forma presencial. Pero el compromiso sigue intacto. 

-¿Ha empeorado la situación de la violencia de género? ¿Qué datos tiene?

-Hemos percibido que las llamadas han descendido drásticamente. No tengo datos de abril, pero en algunos días de marzo llegamos a tener hasta un descenso del 40% en las llamadas al teléfono de asistencia de violencia. Nos preocupa muchísimo. Si descienden las llamadas para denunciar, es porque la mujer no puede llamar.

"el confinamiento condena a la soledad a muchos mayores"

-Solamente en Murcia, 16.000 personas mayores viven solas. ¿Se les hace algún tipo de seguimiento?

-El cierre de los centros sociales que decretamos el 12 de marzo, que afectó a 50.000 personas en la Región, incluía instrucciones claras al personal para que estableciera contacto telefónico con todos los usuarios con el fin de saber cómo iban y que no se sintieran solos. El compromiso de la lucha contra la soledad es absoluto porque el confinamiento condena a la soledad a muchos mayores. Cuando cerramos los centros de día y prohibimos el acceso a las residencias, volvimos a pedir lo mismo: hay que incrementar el contacto, tanto telefónico como presencial, si es posible. También lo hemos pedido en los centros de discapacidad. Y hemos reforzado un nuevo servicio de teleasistencia telefónica, que se suma al que ya se venía prestando y que ha alcanzado el medio millar de usuarios.

-Alcaldes, como el de Mula, lamentan los retrasos del dinero para las becas de los comedores. ¿Cuándo va a llegar esa ayuda?

-El Ministerio nos envió el 13 de marzo un listado de usuarios de las becas. El 16 de marzo dimos instrucciones y esa misma semana tuvimos una videoconferencia con los alcaldes para recabar dudas. La mayoría nos dijeron que lo tenían controlado. Solamente Murcia y Cartagena establecieron sistemas diferentes y lo solucionaron. El pago del Gobierno tardó en llegar, pero eso no fue obstáculo y preparamos la liquidación y la partida correspondiente. Nos faltaba sólo una última instrucción, que recibimos la semana pasada y se la dimos a los ayuntamientos el 7 de abril. La mayoría envió el lunes la documentación pero el martes faltaban ocho todavía por entregar. Eso nos frenó porque es una ayuda que va a unida a todos los ayuntamientos. Ya he dado instrucciones para que si hay un retraso, se separe y se envíe para los que han cumplido. El ingreso va a ser inmediato.

-¿Le parece correcta la medida de cerrar el CIE de Sangonera? ¿Dónde se encuentran actualmente los inmigrantes que estaban alojados en el centro?

-La competencia no es nuestra, sino de la Delegación del Gobierno. Acogimos a las 15 personas que nos lo pidieron y le hemos dado cobijo. Entendimos que había que responder con lealtad institucional. Hemos aplicado cobertura para personas sin hogar, aunque es una circunstancia personal. Confinamos a 200 personas que vivían en la calle, que son personas muy vulnerables. No hemos tenido ningún incidente y, lo más importante, no hemos tenido ningún positivo.

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