Fotos: MARCIAL GUILLÉN (EFE), PSOE Y PODEMOS
MURCIA (EFE). Murcia, al igual que muchas ciudades españolas, fue un clamor contra la violencia machista. Unas dos mil personas se manifestaron en la capital del Segura con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre) en una convocatoria que ha tenido lugar además en grandes ciudades españolas convocadas por el movimiento feminista.
La marcha transcurrió de forma pacífica en una tarde nublada y de sensación gélida, a pesar de que se registraban 18 grados centígrados. Entre las manifestantes se encontraban la líder de Podemos en la Región de Murcia, María Marín; Óscar Urralburu, de Mas País; el alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, y los dirigentes sindicales de CCOO y UGT Santiago Navarro y Antonio Jiménez.
La marcha partió de la plaza de la Fuensanta de Murcia con recorrido por la Gran Vía, para finalizar en la plaza Martínez Tornel. Entre las pancartas pudieron verse además de la de la asociación feminista "no hay liberación de la mujer sin revolución", una de la Intersindical bajo el epígrafe "Me Too. Hartas e imparables", así como de la Plataforma Colombine titulada "Por un periodismo digno y feminista", y de Verdes Equo que decía: "Por nosotras, por la vida y por la paz". En la comitiva también se pudo ver pancartas en defensa de la ministra de Igualdad, Irene Montero: "Yo con Irene".
Según dos de las personas convocantes, Helena García y Olvido Garrido, "nos movilizamos contra las violencias machistas, violencias que tienen muchas expresiones y manifestaciones, que no tienen fronteras geográficas ni de credo ni de color de piel, ni de edad". Añaden: "Nos manifestamos contra las violencias sexuales, contra el acoso, contra la mutilación genital femenina, la trata con fines de explotación laboral o sexual, contra las violencias reales o simbólicas ejercidas sobre mujeres migrantes, racializadas y refugiadas, sobre personas con diversidad funcional o malestares psicológicos, sobre personas que se salen del rígido corsé del binarismo de género o de la obligatoria heterosexualidad hegemónica".
