MURCIA. Decano del Colegio de Economistas desde 2008, y recién renovado por otro mandato adicional, Ramón Madrid pronuncia sus palabras con la sabiduría que aporta la experiencia sin perder de vista la perspectiva de su puesto, el de un mero garante de que una institución mucho mayor que él siga funcionando de la mejor forma posible. Y que esto repercuta de forma positiva en la sociedad. Por tanto, siempre quedan tareas por completar y objetivos por cumplir, una serie de retos que el propio Madrid ha desgranado en conversaciones con Murcia Plaza.
-Hace ya 16 años que fue nombrado decano del Colegio de Economistas y ahora renueva por otros 4 años más. ¿Sigue manteniendo la ilusión por el cargo?
-Efectivamente, ilusión y pasión por todo lo que queda por hacer y por todos los proyectos que hay a medio. Todas las incorporaciones también aportan una sabia y una ilusión nueva. De hecho, yo en el momento en el que no tenga pasión abandonaré el cargo.
-¿Cómo ha cambiado el Colegio de Economistas desde que entró como decano en 2008?
-El Colegio ha cambiado muchísimo. Ya la Junta de Gobierno anterior a la nuestra trabajó muchísimo en la especialización y nosotros hemos ido mejorando todos aquellos aspectos en los que hemos considerado que se podía avanzar un pelín más.
-¿Qué proyectos quedan pendientes para estos cuatro años?
-Gestionamos una serie de tareas que cumplen una función social que me gustaría que podamos consolidar. La Escuela de Economía ya está más que consolidada y se ha establecido como un referente, y tenemos más de 2.000 alumnos cada año. Con el tsunami legislativo que hay necesitamos una formación rápida y eficiente, porque si no no podríamos trabajar. Sobre todo queremos trabajar muchísimo más aún con las universidades donde vemos que puede faltar alguna formación para el posgrado, porque queremos cubrir ese espacio entre el recién graduado y la empresa, además de mantener al día a los profesionales. También queremos terminar de consolidar el Servicio de Estudios y que sea un referente en economía aplicada en la Región de Murcia.
"el crecimiento en el PIB hay que repartirlo entre una población que ha crecido mucho más que la economía"
Además, queremos abordar especialmente la digitalización y la ayuda a los colegiados en ese proceso. Empezamos hace ya dos años y medio a dar información gratuita sobre las nuevas herramientas que conforman la informática actual. El año pasado empezamos a dar formación en inteligencia artificial y queremos ir más allá, acompañar al colegiado en esa transformación.
Asimismo, queremos acercarnos mucho más a los jóvenes, y tenemos una vocalía que se dedica exclusivamente a ello con acciones de marketing digital.
-¿Se encuentra la economía regional en un buen estado?
-Depende de dónde miremos. Tenemos una economía muy importante, con un estado espectacular si nos referimos a las expectativas de crecimiento, pero también hay que pensar que el PIB es un indicador que no personaliza el crecimiento. Esto significa que puede haber personas que lo estén pasando mal con un PIB muy alto. Si miramos el PIB per cápita, nos fijamos en que no termina de crecer. Esto se debe a que estamos recibiendo mucha migración, porque el crecimiento en el PIB hay que repartirlo entre una población que ha crecido mucho más que la economía. Al mismo tiempo, muchos envidiarían el crecimiento del PIB que tiene la Región en estos momentos.
-¿A qué se debe el crecimiento del PIB?
-El empresario de la Región es muy dinámico, está muy abierto a los mercados exteriores y está haciendo los deberes. Después de la pandemia se está diversificando a otros países, que puede ser nuestra asignatura pendiente en la exportación, que podríamos decir que ahora está demasiado concentrada, pero se está trabajando ya en eso.
"Otra amenaza es la dimensión de empresa, porque en este caso el tamaño importa"
También se está trabajando muchísimo en turismo, porque tenemos todavía un largo recorrido por hacer, y empieza a haber mucha inversión de ciudadanos europeos en segunda residencia. En el sector turístico tenemos el problema de la falta de hoteles, que creo que con el tiempo irá resolviéndose.
Luego hay sectores muy punteros, como la industria agroalimentaria, que está cada vez más tecnificada, lo que es de aplaudir porque esto genera valor y nos permite tener un producto diferenciado.
Además, como ya dice el informe Draghi, hay que seguir potenciando la industria, porque China y Estados Unidos nos invaden. No obstante, en la Región un buen porcentaje del PIB que corresponde a la industria, y esperamos tener una fábrica de producción de chips que puede ser tractora de inversiones.
-¿Cuáles serían las amenazas de la economía regional?
-La primera de todas sería el déficit estructural que tiene la Comunidad. Otra amenaza es la dimensión de empresa, porque en este caso el tamaño importa, y lo importante es seguir trabajando en la formación. También hay que fidelizar los talentos que tenemos.
-¿Cómo se consigue fidelizar ese talento murciano?
-Lo que hay que hacer es potenciar una formación dual de alta calidad, que es lo que demanda la sociedad. Ya no se demandan tanto licenciados, sino una formación profesional de alto nivel. Además, las prácticas no puede ser un mero trámite, sino algo que interiorizamos en nuestro ADN para que todo el mundo tenga una formación mínima necesaria para poder trabajar.
"querer impulsar medidas y no tener el presupuesto para llevarlas a cabo es traumático"
-¿Debemos temer los posibles aranceles que pueda instaurar el Gobierno de Trump?
-Yo espero que una gran parte de lo que dice no lo haga. Muchas veces los políticos dicen una cosa en las campañas electorales que luego no se producen. En cualquier caso, la subida de aranceles no es buena, porque los modelos autárquicos los hemos conocido en otras épocas y nunca han traído nada bueno. También hay un tema espinoso, que es la inversión en defensa. La OTAN se lo ha dicho en alguna ocasión a España, que tiene que llegar a un gasto del 2% del PIB.
-¿Qué opinión le merece la falta de financiación que vive la Región?
La situación de infrafinanciación que vive la Región es algo que hay que mejorar. No obstante, esto no está en nuestras manos, así que ahí lo que apostamos es por el consenso de los partidos mayoritarios. Al fin y al cabo, hay que pensar en la deuda que tenemos y en el déficit estructural, porque ya se puede considerar estructural, para cubrir los servicios mínimos que tenemos. El Presupuesto de la Comunidad entre las partidas sanitarias, la educación y los servicios sociales deja un porcentaje ínfimo para poder desarrollar políticas económicas, de forma que estamos un poco esclavos de la situación financiera.
-¿Es realmente la infrafinanciación la única culpable de la deuda?
-Es muy difícil de determinar. Evidentemente todo se puede gestionar mejor, pero también hay que pensar que, con la gestión que tenemos ahora mismo, si hubiéramos tenido 600 millones de euros adicionales cada año pues seguramente no estaríamos así. No obstante, la administración pública es muy voraz, es decir, que cualquier cosa que ingrese lo tiende a gastar. Yo me pongo en la piel de los políticos, porque querer impulsar medidas y no tener el presupuesto para llevarlas a cabo es traumático.
También es cierto que muchos políticos planean las acciones en función de los ciclos electorales, y muchas tareas pendientes superan los cuatro años, como el sistema de financiación o las infraestructuras. Hay que hacer cosas que pueden beneficiar al Gobierno posterior porque hay políticas que sobrepasan la ideología de cualquier partido.
"Las empresas de la Región siempre han despertado mucho interés inversor en el momento en el que hay dinero, y ahora parece que vuelve a haberlo"
-¿Qué le pediría a las administraciones?
-Hay mucho que pedir. Lo más importante de todo es tener planificación, como es el caso del borrador del plan industrial que se acaba de comunicar. Luego hay que hacer un seguimiento a los planes e impulsar las grandes infraestructuras que todavía están pendientes de hacer, como las carreteras o el Corredor Mediterráneo. También hay que potenciar el aeropuerto, que es muy importante, porque una vez que se ha hecho la inversión no se puede dejar morir.
Asimismo, conviene destacar que la legislación que hay también está muy encorsetada a la hora de buscar financiación para las infraestructuras. Yo pediría explorar otras alternativas más creativas, como con las empresas privadas o los fondos de inversión.
-¿Podemos esperar un mercado muy activo en materia de adquisiciones en la Región?
-Las empresas de la Región siempre han despertado mucho interés inversor en el momento en el que hay dinero, y ahora parece que vuelve a haberlo. Yo creo que es muy bueno recurrir a inversión de ese tipo porque no hay que ir a la banca ni endeudarse, pero es importante confiar en fondos especialistas del sector o empresas de otro tamaño que puedan tener una participación. Al final, las empresas tienen que tener tamaño, pero también tienen que ser muy profesionales. Hay fondos que son muy profesionales y están muy especializados por sectores, y luego hay otros que tienen como objetivo es la inversión pura y dura, por lo que su único objetivo es entrar en una sociedad con la intención de sacarla otra vez a la venta en un plazo corto de tiempo. Yo no sé si eso es beneficioso o no, porque se pueden crear burbujas. No obstante, que la empresa coja tamaño y dimensión sí que es importante para ser competitivo en un mercado global.
-En una palabra o una frase muy corta. ¿Cómo definiría el Colegio de Economistas?
-Es una asociación de profesionales que busca la excelencia, el expertise y la calidad de sus colegiados para poder ofrecer un buen servicio y prestar una función pública.