CARTAGENA. Durante las últimas jornadas organizadas por Coec Cartagena, en las que se radiografiaba el estado de salud de las empresas del Campo de Cartagena, los ponentes en el panel de industrialización llegaban a la conclusión de que éste es el único sector que ha podido recuperarse y volver a los niveles prepandemia. A pesar del aumento de los costes y precios industriales, se ha presenciado la recuperación de gran parte de la producción.
Como el movimiento se demuestra andando, solo basta tomar nota de lo sucedido en el último medio año. El Ayuntamiento ha concedido licencias para proyectos industriales que suponen inversiones millonarias, principalmente en el Valle de Escombreras. La mayor parte de las mismas son para afrontar el reto de transformación energética.
Repsol invertirá 200 millones de euros en la primera planta de biocombustibles que permitirá suministrar 250.000 toneladas al año de biocombustibles avanzados, como el biodiésel, biojet, bionafta y biopropano, que podrán usarse en aviones, barcos, camiones o coches sin necesidad de hacer modificaciones en los motores. La refinería de Cartagena emplea a 900 personas a día de hoy. Además de empleo directo, genera 400 puestos de trabajo a través de empresas contratistas de manera recurrente, elevándose a los 2.000 para proyectos puntuales. Ha invertido en el complejo industrial de Cartagena más de 456 millones de euros en los últimos 10 años.
Redexis, por su parte, trabaja en una red de transporte de gas natural para instalaciones por un valor de casi 900.000 euros. Masol Cartagena Biofuel invierte cerca de 25 millones para producir biodiésel a partir de aceite usado; Enagás, Repsol y el Puerto trabajan de forma conjunta en un proyecto para reutilizar el frío industrial del gas natural licuado y la compañía mexicana Z-Gas, a través de su filial Compañía de Gas Licuado Zaragoza SA, prepara la nueva planta de almacenamiento y distribución de gases licuados del petróleo en Escombreras en la que invertirá 60 millones de euros. No hay que olvidarse que Adif ha licitado el contrato de obras de ejecución del proyecto de instalación de protecciones de clase ‘C’ enclavadas en tres pasos a nivel entre la terminal y la dársena de Escombreras, en Cartagena, por un importe de 776.033 euros.
Mención a parte merece la APC y su millonario proyecto en la dársena de Escombreras bajo el nombre de Barlomar en el que se invertirán 822 millones de euros y que generará 10.000 puestos de trabajo. La nueva terminal marítima polivalente ocupará 58 hectáreas en el puerto de Escombreras. Allí habrá espacio (dos hectáreas) para las plataformas offshore, con un calado de 34 metros, 1.400 metros de longitud de muelle, pero también el almacenamiento de graneles tendrá hasta 4,5 hectáreas.
Las previsiones, algunas ya en marcha, son una declaración de intenciones en toda regla de las empresas del Valle de Escombreras, que no solo tienen presente sino que prevén un futuro prometedor. La industria de la zona, a través de la Asociación de Empresas del Valle de Escombreras, reflejaban unos números que invitan a la esperanza: las 24 empresas conjuntamente aportaban a la economía española durante el año 2019 -año prepandémico- un importante valor añadido de casi 2.135 millones de euros y 28.180 empleos equivalentes a tiempo completo.
Según datos de su estudio económico, la contribución directa de las veinticuatro empresas de la AEVE al producto interior bruto, en cuanto a valor añadido, superó los 360 millones de euros y empleó directamente a 1.594 trabajadores.
El reto es volver a recuperar para lo que queda de año y el siguiente ese efecto multiplicador de la actividad, que supuso de manera indirecta otros 1.538 millones de euros de valor añadido. La actividad que más empleo y Valor Añadido Bruto (VAB) genera es la del refino y coquerías, derivado del gran peso relativo de Repsol Petróleo dentro de AEVE. Muy conscientes de las grandes expectativas que se generan a corto y medio plazo, han lanzado una llamada para que se incentive de nuevo la formación de trabajadores especializados en la industria petroquímica, energética y naval, a sabiendas que el efecto multiplicador en el Valle supondrá mayor producción y, por tanto, más empleo.
El Valle de Escombreras es un referente industrial no solo regional sino nacional y en su previsión de pleno empleo, se convierten en uno de los motores económicos de la provincia, auspiciado por la especialización, la transformación y la adaptabilidad al panorama actual.