MURCIA. La conciencia por el medio ambiente ha calado en la sociedad. No hay sector económico o empresarial que no busque la manera de lograr que su actividad resulte menos nociva para el planeta. Ya sea por convicción o por imagen, todos intentan ser un poco más ‘verdes’. Sucede que esa concienciación lleva aparejados unos costes que, según las necesidades, hacen que se implementen en mayor o menor medida normas más sostenibles.
La Universidad de Murcia (UMU), en los II 'Premios ODSesionad@s' ( basados en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas) ha premiado la tesis doctoral de en Ana Belén Lozano gracias su trabajo 'Metodología para la optimización energética en plantas de tratamiento de aguas residuales'. Dirigida la tesis por la catedrática del Área de Ingeniería Química de la UMU Mercedes Llorens y el profesor titular del departamento de Electromagnetismo y Electrónica de la UMU, Francisco del Cerro, Lozano recopila los estudios y ensayos realizados en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de San Pedro del Pinatar para reducir un 40% el consumo total de energía en la etapa de aireación biológica de los fangos activados, disminuir los costes de explotación y mejorar su economía, garantizando el funcionamiento y la estabilidad del proceso. Esto supone un ahorro en los costes de explotación de cerca de 120.000 euros al año y una reducción más de una tonelada de CO2 al año, lo que contribuye a que su consumo y producción sean más sostenibles.
"Yo fui jefa de planta en San Pedro de 2011 a 2014, y esas medidas se llevaban a cabo ya. Sin embargo, muchas depuradoras no controlan esta tecnología y están obsoletas. Lo que hago en mi tesis es recopilar esas medidas para poder implementarlas en otras depuradoras", señala Lozano. "Aquí en la Región lo hacen todas por mera necesidad. Al no tener agua en abundancia, necesitamos ser mucho más eficientes", afirma. "¿Todo ello redunda en una mejora del medio ambiente? Sí, porque reduces la huella de carbono al tener que usar menos energía. Pero seamos francos. Si lo hacemos, en primer lugar, es por una razón económica", aclara Lozano.
Un ejemplo de que, a largo plazo, tener una actividad medioambientalmente sostenible es rentable. "El problema es que invertir en esa reducción del 40% del consumo total de energía conlleva unos costes. Aquí en la Región necesitamos hacerlo, pero en zonas como Galicia, donde tienen mayor disponibilidad de agua ni se lo plantean", cuenta Lozano.