El cartagenero Amós Fuentes, responsable del centro de excelencia del hidrógeno de la recién creada Navantia Sinergies, explica que el reto es "impulsar la innovación, crear un ecosistema colaborativo y abierto, y actuar con todos los actores de la cadena de valor para implantar esta tecnología en el territorio nacional"
CARTAGENA. Navantia es pionera en la investigación de las nuevas fuentes energéticas a través del hidrógeno. De hecho, el programa S-80 marcó el camino de la empresa, gracias al desarrollo e interacción de tecnologías avanzadas en este elemento químico, con el sistema de propulsión AIP, que es el que llevan los sumergibles ahora en construcción en la factoría de Cartagena.
Esos 15 años de experiencia consolidada y exitosa han facilitado los siguientes pasos de Navantia que han culminado con la puesta en marcha de Navantia Seanergies, creada con el objetivo de impulsar en el ámbito nacional e internacional su actividad relacionada con las energías verdes, centrada en la energía eólica marina y el hidrógeno
Navantia Seanergies engloba varias líneas de investigación y desarrollo, una de ellas es el hidrógeno. La división del hidrógeno tiene sedes en todos los astilleros de Navantia y el cartagenero Amós Fuentes (que ha sido jefe de proyecto del AIP del submarino S-80) es responsable de esta división, que tendrá sedes en sus tres áreas de producción (Ría de Ferrol, Bahía de Cádiz y Cartagena).
La nueva dirección tiene un foco centrado en la eólica marina, por un lado, pero también en la parte de tecnologías del hidrógeno, que se ha postulado como el vector energético que permitirá resolver los retos de almacenamiento que actualmente presentan las energías renovable y una pieza clave en la descarbonización del transporte.
El hidrógeno es el "vínculo entre las energías renovables y las necesidades de la red, para hacerlas más continuas en el tiempo", explica Fuentes, quien la señala como una tecnología clave para la descarbonización del transporte en general, ya que no produce emisiones de CO2, "de ahí que se postule como esa manera de almacenar energía y usarla de manera sostenible".
La sociedad pública acaba de definir un plan de implementación para Navantia Sinergies, centrada en dos líneas de desarrollo. La primera es integrar versiones comerciales que hay en el mercado de sistemas de hidrógeno, de pilas de combustible y almacenamiento de hidrógeno. Por otro lado, ha puesto en marcha el montaje de electrolizadores en la fábrica de Ferrol. Esta tecnología permite transformar la energía renovable y agua, en hidrógeno.
El centro de excelencia viene participando, por otro lado, en algunas de las iniciativas más relevantes del país, como la red Shyne que lidera Repsol para reforzar e impulsar la cadena de valor del hidrógeno a nivel nacional, pero también en el clúster de hidrógeno Puerta de Europa y en el clúster para hidrógeno en el Valle de Escombreras.
"En el futuro queremos impulsar la innovación a través de nuestro centro de excelencia con las tres sedes, para crear un ecosistema colaborativo y abierto, y actuar con todos los actores de la cadena de valor para implantar estas tecnologías en el territorio nacional. Vamos a investigar nuevas tecnologías propulsivas basadas en hidrógeno (amoníaco) o combustibles sintéticos", explica Amós Fuentes.
Amós se retrotrae a un pasado no muy lejano y recuerda el sistema AIP que llevan los submarinos, que se basa en generar hidrógeno a bordo y pilas de combustible para producir energía que propulse al sumergible cuando esté en inmersión. "Ha sido una apuesta de Navantia y Defensa muy valiente. Este es el camino que nos ha llevado de la mano del S-80 y nos ha permitido capacitarnos en toda esa tecnología del hidrógeno. No solo a las personas sino también la posibilidad de contar con unas infraestructuras en Cartagena muy potentes (bancos de prueba de pilas de combustible, singulares de redes, almacenamiento de hidrógeno). Habrá sedes en los tres centros adscritos, pero en Cartagena es donde tenemos la mayor parte de los activos relacionados con el hidrógeno".
Ante un futuro que ya es presente, en el que existen objetivos muy potentes de descarbonización, el hidrógeno o los combustibles derivados del hidrógeno "serán claves", señala Fuentes. Además, todo lo que está sucediendo con la situación de Ucrania, "acelera la necesidad de soberanía energética y tecnológica e impulsa todos los planes que tiene Europa en marcha, tanto para las renovables como de hidrógeno para el corto, medio y largo plazo" apostilla Fuentes.
