CARTAGENA. El precio de la vivienda sigue incrementándose respecto a 2022 en Cartagena. No hay respiro para aquellos que quieran acceder a la compra de una vivienda. Según el último informe del portal inmobiliario Idealista, en junio los precios de una vivienda en Cartagena crecieron de media casi un 5% respecto al mismo mes del año pasado. Actualmente, el precio del metro cuadrado en la ciudad portuaria se sitúa en los 1.192 euros.
Por zonas, la mayor subida se ha producido en Pozo Estrecho, donde el precio de la vivienda ha aumentado un 16,7% respecto a junio de 2022. En este caso, sin embargo, el precio de la vivienda se encuentra por debajo de la media de la ciudad (1.051 euros el metro cuadrado). La vivienda más cara se encuentra en la zona de Perín, donde el metro cuadrado asciende a los 1.885 euros. En este caso, la subida ha sido de un 14,2% respecto al mismo periodo de 2022.
En el núcleo urbano de Cartagena, el precio de la vivienda se sitúa en los 1.151 euros, aunque varía dependiendo de la zona. En la Alameda, por ejemplo, el precio de la vivienda alcanza los 1.393 euros, mientras que en el barrio de Santa Lucía registra los 888 euros. Otra zona que se ha revitalizado, especialmente tras la pandemia para vivir todo el año es Cabo de Palos, donde el precio de la vivienda se encuentra en los 1.589 euros, donde ha aumentado un 9,4% respecto a junio de 2022.
El escenario para la compra de una vivienda en Cartagena sigue sin mejorar. Como insisten los principales actores del sector, el problema sigue estando en la falta de vivienda. En el primer trimestre de este año, el stock de vivienda en la Región no ha variado pese a una demanda creciente que no se ha visto correspondida con una oferta acorde. Un problema, el de la vivienda que fue uno de los temas candentes en las recientes elecciones municipales y autonómicas.
La alcaldesa Noelia Arroyo, presentó recientemente una estrategia para la promoción de vivienda de protección dirigida a jóvenes y la salida al mercado de más vivienda en régimen de alquiler, "bajando impuestos y aumentando los mecanismos de seguridad para los pequeños propietarios". "Según nuestros cálculos, el año pasado hubo en Cartagena más de 2.200 viviendas que no tuvieron ningún uso en los 12 meses. Algunas de ellas serán segundas residencias o viviendas de costa, pero todas son susceptibles de salir al mercado del alquiler para aumentar la oferta, solucionar problemas para jóvenes y bajar precios", señaló.