MURCIA. Todas las miradas se centraron en el duelo Pedro Sánchez contra Alberto Núñez Feijóo. Pero la sesión parlamentaria del Senado de este martes dejó otras pequeñas contiendas, menos mediáticas, más desapercibidas. Algunas de ellas incluso tuvieron acento murciano: es la intervención del portavoz de Ciudadanos, el caravaqueño Miguel Sánchez, que interpeló al presidente del Gobierno, con quien comparte apellido. Sánchez contra Sánchez.
En un debate centrado en la energía y en el plan de ahorro del Ejecutivo, el jefe del Gobierno de España, que replicó a todos los portavoces, se dirigió al murciano, voz de Ciudadanos en la Cámara Alta, para argumentarle los inconvenientes de la energía nuclear. A su juicio, las plantas nucleares tienen tres problemas: son caras, tardan años en construirse y "ningún municipio quiere levantar la mano para construir una central".
"No hay empresas españolas interesadas en aumentar el parque nuclear de nuestro país porque financieramente no es sostenible", arguyó Pedro Sánchez, que se dirigió al murciano en su intervención -"No le veo, señor Sánchez", le dijo, buscándole entre los escaños-. Utilizó como ejemplos el precio de las energías eólicas y fotovoltaicas para apoyar su argumento de que "la nuclear es contraproducente": un reactor en Francia de 1.150 megavatios, indicó, "tiene un coste de 19.000 millones de euros". Eso significa que el megavatio sale a 11,5 millones. "En cambio, un megavatio solar tiene un coste de 600.000 euros. Y si es eólico, es inferior a un millón de euros", expuso, apostillando: "No hay color, es indiscutible: la nuclear no es la panacea".
Terminado el turno del presidente, tocó la respuesta de los portavoces. Miguel Sánchez adujo que habría que preguntar a Francia y los países de nuestro entorno, principales defensores de la energía nuclear. "O a Cándido Méndez, que apuesta por las centrales", añadió mientras el socialista se reía irónicamente en su asiento. Manifestó que Ciudadanos aboga por "alargar la vida útil de las centrales nucleares ya construidas y ya pagadas, porque una nueva llevaría mucho coste". Y esgrimió que el Estado puede proponer condiciones a las empresas, "pues podrían estar por la labor de construir mini-reactores".
El dirigente naranja también abordó la energía renovable y lo hizo aparcando el argumentario nacional de su partido para mencionar ejemplos de la Región de Murcia. "España no puede transitar energéticamente dejando atrás a inversores pioneros que tuvieron enormes daños de las ordenanzas regulatorias arruinándose sin que les haya resarcido". Y apuntó: "Y mientras los inversores extranjeros están ganando los arbitrajes extranjeros y siendo indemnizados, los españoles, muchos de ellos de mi tierra, están esperando que cumpla su compromiso del programa de Gobierno".
El senador también criticó el problema de las comunicación de la Región, "convertida en una isla ferroviaria". Abogó por usar la Variante de Camarillas como apuesta por las mercancías que salen desde Escombreras, en Cartagena, por lo que es "fundamental el Corredor Mediterráneo". Y agregó que cuando llegue "por fin" el AVE lo hará por Alicante, lo que a su juicio constituye "un tremendo error" pues sería como ir de "Madrid a Barcelona pasando por Bilbao".
Igualmente, Miguel Sánchez interpeló al presidente preguntándose por qué la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirma que los trasvases no tienen sentido, pero en cambio "sí se pueden pueden interconectar las redes transeuropeas de energía (en referencia al gasoducto que plantean Alemania y España). "¿Pero por qué no las cuencas hidrográficas de España, como quería Borrell? Y más en un periodo de de sequía".
Remató recordándole la gran joya medioambiental del la Región: "Le ruego, señor presidente, que no se olvide del Mar Menor", exhortó, esgrimiendo que "aunque las comunidades no pueden hacer dejaciones de funciones, el Estado tampoco puede hacer la vista gorda". Y concluyó: "Si no salvan el Mar Menor, quedará en su debe".