MURCIA. Volotea, la compañía fundada por el murciano Carlos Muñoz, explora de nuevo su salida a bolsa. El plan de la compañía para entrar a cotizar, que se paralizó a causa de la pandemia, vuelve a estar encima de la mesa con el repunte del sector. Para ello, ha fichado a Morgan Stanley y Barclays, que estudiarán el estado del mercados para preparar una hipotética entrada al parqué español, según publica el diario Expansión.
Aunque Volotea nunca ha escondido su intención de entrar a cotizar en el mercado bursátil, los malos resultados en 2020 y 2021 como consecuencia del declive que sufrió el turismo por culpa de la covid provocaron que tuviera que replantear su salida a bolsa. Ahora, con unas cuentas más saneadas y previsiones de beneficio, estudia de nuevo esta posibilidad.
En cualquier caso, conviene subrayar que se trata de una decisión aún por tomar, pues la aerolínea se alía con estos bancos de inversión para tantear las aguas en busca del momento oportuno para realizar este movimiento. De acuerdo con el citado diario, la compañía podría salir al mercado con una valoración que alcance los 1.000 millones de euros.
Volotea tenía previsto alcanzar un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 100 millones de euros en los primeros nueve meses del año, dejando atrás los 'números rojos' del año anterior, cuando registró un Ebitda negativo de 44 millones hasta septiembre.
En concreto, las previsiones que maneja la compañía establecen una horquilla de Ebitda de entre 93 y 103 millones de euros y espera obtener una "elevada rentabilidad" y estima que los ingresos por ventas sean de entre 545 y 555 millones de euros, un 25% más que en el mismo periodo del año anterior.
Volotea prevé alcanzar, a cierre de septiembre, los 10 millones de pasajeros transportados en doce meses, un 32% más que en el mismo periodo de 2019. A finales de 2023, la compañía habrá superado los 55 millones de pasajeros transportados desde que operó su primer vuelo en abril de 2012.
La aerolínea recuerda que 2022 estuvo aún marcado por la pandemia y por la guerra de Ucrania, lo que generó una subida "importante del combustible" y la cifra de los principales costes, incluido el fuel, se incrementó a los 297 millones de euros frente a los 107 millones de euros del año anterior. En todo el ejercicio, Volotea registró unas pérdidas netas de 138 millones de euros.