MURCIA. El sistema de transporte público del municipio de Murcia está inmerso en una madeja que no para de crecer día tras día. Tanto asociaciones vecinales como los partidos políticos de la oposición, con PSOE y Podemos a la cabeza, han denunciado en múltiples ocasiones las deficiencias que consideran que tiene, mientras desde el equipo de Gobierno del PP han presentado como su gran apuesta por acabar con parte de esos problemas el Tranvibús, un híbrido de tranvía y autobús, que ha generado controversia en la oposición y parte de la sociedad.
El debate entre si lo más eficaz es apostar por este tipo de vehículo híbrido, por el tranvía o por reforzar las líneas de autobús ya existentes y crear otras nuevas no para de crecer. Mientras, la comunidad autónoma y el Ayuntamiento de Murcia han suscrito un protocolo para modificar el actual sistema para extenderlo "más allá de sus límites administrativos creando una gran área metropolitana para mejorar la conexión con las localidades más próximas", aseguraban en un comunicado para dar boato al proyecto.
Mientras este nuevo modelo entra en estudio, hace unos días hubo otra polémica que se subsanó relativamente rápido. Se trata del anuncio de desaparición y recortes en las líneas de autobús 7, 28 y 45. Las que afectan a los vecinos de las pedanías de Gea y Truyols, Sucina, Avileses, La Albatalía, La Arboleja y Sangonera la Verde. Finalmente se mantendrán, al menos hasta el 31 de diciembre de este año, ya que el Ayuntamiento asumirá el coste de las mismas tras un acuerdo con la Comunidad. El convenio supondrá que 133.000 euros salgan de las arcas municipales solo hasta final de año. Esta solución parcial, "se prorrogará hasta que se reordene el transporte público", añadían desde el PP.
PSOE y Podemos denunciaban hace unos días que PP y Cs "tratan de imponer en Murcia el Tranvibús sin contar con los grupos municipales", al iniciar los trámites en una comisión técnica de movilidad
PSOE y Podemos denunciaban hace unos días que PP y Cs tratan de imponer en Murcia el Tranvibús sin contar con los grupos municipales al iniciar los trámites en una comisión técnica de movilidad y no de la Mesa del Transporte, en la que hay representación de la oposición. Además, como "de paripé" o "número circense". Así calificaban la planificación del transporte público, los portavoces municipales del PSOE y Podemos-Equo, José Antonio Serrano y Ginés Ruiz, respectivamente. Ambos aseguraban que el transporte se encuentra en una situación "caótica" a la que el equipo de Gobierno municipal responde desde "la improvisación", sin basarse ni en la participación ni en estudios previos de la situación".
Mientras, el equipo de Gobierno anunciaba a bombo y platillo que ha pedido al Fondo Europeo de Desarrollo (Feder) más de 11,5 millones de euros para poner en marcha cuatro nuevas líneas de Tranvibús que se sumarán a la ya impulsada que unirá El Palmar con la Arrixaca.
Defendían que una de las ventajas de este nuevo medio de transporte "es que con estas líneas se dejarán de emitir más de 10.000 toneladas de CO2 a la atmósfera", además de ofrecer "alta capacidad (especialmente en hora punta), velocidad y versatilidad".
La oposición no opina igual. Así, Serrano cree que el que "el coste del Tranvibús del que Ballesta habla es muy superior al que vamos a tener que abonar realmente y con el gravísimo problema de transporte que tenemos, creo que debería dejar atrás esta forma de actuar déspota y rancia en la que realmente sólo busca posar delante de las cámaras". En una línea similar se expresa el líder de Podemos.
Tanto Serrano como Ruiz coinciden en que antes que el Tranvibús habría que ampliar el tranvía. Una petición que ha sido criticada desde el equipo de Gobierno, ya que al principio PSOE y Podemos e Izquierda Unida (cuando era la que tenía representación municipal) se opusieron a la construcción del tranvía. Aunque ahora la situación ha cambiado.
"Al principio no apoyamos el tranvía hacia los centros comerciales porque la línea se hizo para la especulación urbanística del norte del municipio, pero actualmente hay necesidades reales de la población", comentaba Serrano esta misma semana en una rueda de prensa convocada junto a Ginés Ruiz, quien, por su parte, también apuesta por la ampliación del tranvía y más concretamente porque "se creen dos grandes líneas que vertebren el municipio de Norte a Sur y de Este a Oeste".
Entre medias de este debate entre si impulsar el Tranvibús o el tranvía, surge otro entre gran parte de los vecinos de Murcia. Y es el de quienes creen que la solución es que se amplíen las líneas de autobús existentes y se creen otras más eficientes y pidiendo a los vecinos su opinión.
Precisamente, el grupo municipal del PSOE de Murcia logró que se sacase adelante en el último Pleno su moción en la que exigía bonificaciones para los vecinos de pedanías, "que están pagando 1.85 euros por viaje de autobús". "Echamos de menos un bono de viajes ilimitados durante 30 días por un precio no superior 40 euros, así como descuentos a colectivos con menor poder adquisitivo. Estamos satisfechos de que hayamos llegado a un acuerdo y ahora solo esperamos que se ponga en marcha cuanto antes", destacaba Serrano.
Aunque la madeja sigue creciendo, habrá que esperar hasta que se resuelva el estudio del nuevo plan metropolitano de transporte para conocer hacia dónde se dirige el modelo de movilidad que tendrán los murcianos en el medio plazo.