MURCIA. La Región de Murcia está prácticamente cerrada. Si no lo está al completo es porque únicamente dos municipios se libran a día de hoy del aislamiento perimetral: son Aledo y Librilla. Los desplazamientos solamente se podrían producir entre esas dos poblaciones. Esta circunstancia significa que, en la práctica, Aledo y Librilla también se encuentran aisladas al estar cerrados el resto de municipios vecinos. Tampoco se puede abandonar el territorio autonómico, por lo que la Comunidad vuelve a tener de facto un doble cierre perimetral, tal y como sucedió a principios de noviembre, cuando se tomaron las medidas más duras para frenar la segunda ola.
Las últimas cinco localidades en sumarse al aislamiento son Alhama de Murcia, Totana, Mazarrón, Puerto Lumbreras y Ojós. La restricción entra en vigor este miércoles, según confirman fuentes de la Consejería de Salud a este periódico. Los vecinos únicamente pueden salir de sus poblaciones de residencias por motivos acreditados (recogidos en el BORM, tales como ir al trabajo, a un centro sanitario o al colegio).
Este escenario es consecuencia directa de la propagación del virus, que hace que 43 municipios soporten un nivel de extremo riesgo de la transmisión de la enfermedad. La incidencia acumulada en 14 días registra niveles alarmantes, con 1.381 casos por cada 100.000 habitantes, según el último dato actualizado del Servicio de Epidemiología, consultado este diario.
La Organización Mundial de la Salud (la OMS) estableció como límite de riesgo superar una incidencia de 50, lo que significaría que la Región habría multiplicado por 27 la barrera permitida. Con todo, el Comité de Seguimiento de la Covid fijó el dato para la activación de los confinamientos domiciliarios en 500 positivos por cada 100.000 en 14 días.
A ello se suma que, dado el disparado ritmo de los contagios, la Región se sitúa en una denominada fase 2, lo que implica más restricciones como la suspensión de la hostelería, tanto en el interior como en el exterior. Los bares solamente podrán funcionar a través del servicio a domicilio y de los pedidos para recoger (el take away). Los locales de restauración de Librilla y Aledo, en cambio, sí podrán servir en sus terrazas, si bien con una ocupación máxima del 75% del aforo.
Aledo, un municipio poblado por 1.022 personas, no ha tenido constancia de ningún caso por coronavirus en las dos últimas semanas. La localidad, catalogada en riesgo bajo, luce una incidencia a cero. En cambio, la situación es más preocupante en Librilla, cuyos 5.305 vecinos soportan un riesgo muy alto. La tasa en 14 días se encuentra en 282 casos por cada 100.000 al detectar 15 positivos en las dos últimas semanas.