EFE/Marcial GuillénMURCIA. Con "incertidumbre, cierta preocupación y contención". Así afronta el sector agroalimentario murciano la campaña de final del verano y, sobre todo, la de un otoño que estará marcado muy de lleno por la crisis inflacionista y lo que parece será la continuación de unos meses con los precios de la energía aún desbocados. Pese a esta especie de 'tormenta perfecta', la fortaleza del 'agro' regional le permitirá capear el temporal y para hacerlo ya han empezado a planificar.
"Tenemos que trabajar con contención, optimizando las producciones y evitar movimientos especulativos. No habrá problemas con la producción pero hay que vigilar la faceta comercial". Así lo destaca el director general de Proexport, Fernando Gómez, en declaraciones a Murcia Plaza. Y es que el sector agroalimentario murciano tiene en estos meses una de sus temporadas más fuertes, con la campaña de Navidad ya en el punto de mira.
Gómez tiene claro que la clave para que los productores no se pillen los dedos está en "actuar con prudencia y cuidar al máximo las negociaciones comerciales". Teme que los intermediarios aprovechen esta coyuntura para acumular productos y expone que hay que evitar los movimientos especulativos. La vorágine inflacionista tiene visos de seguir y eso puede golpear de lleno la demanda y lastrar a un sector que, a duras penas, capea las desorbitadas subidas en el precio de la energía o los fertilizantes.
"Ser prudentes y hacer producciones muy ajustadas a la demanda" es básico para que el campo murciano sortee con nota otra de las piedras que han surgido en el camino en los últimos años. Y es que los años de experiencia de Fernando Gómez le llevan a ser conocedor de primera mano de los retos que esperan a la agricultura murciana en el corto plazo.
En una línea similar se expresa el presidente de la Asociación de Productores y exportadores (Apoexpa), Joaquín Gómez, quien explica que hay "cierta preocupación en el sector de cara al otoño". Y es que cree que la tormenta perfecta en la subida de los costes puede golpear a la agricultura y la inflación general puede frenar la demanda de productos del campo.
Pero reconoce que el agroalimentario es un sector que soporta bien este tipo de crisis. "Se adapta y es elástico, como se vio en la pandemia", destaca a este diario. Una de sus preocupaciones es que la subida del precio final de los productos lastre en demasía la demanda.
Mientras, el secretario general de COAG a nivel nacional, el lorquino Miguel Padilla, recuerda que los piensos han subido un 30% y que las ganaderías necesitan energía y otros elementos que se han disparado. Las explotaciones tienen unos costos de un 40% más que antes de la crisis inflacionista.
Padilla asegura, en una entrevista en Onda Regional, que la producción de frutas y verduras y ganadería no se va a ver resentida, pero avisa de que los precios se pueden disparar, aunque espera que se normalicen en cuanto termine el conflicto bélico en Ucrania. "Tengo claro que hay que dedicar más dinero a la alimentación en las familias, que nunca", resalta.
El máximo mandatario de COAG a nivel nacional reconoce que va a ser un otoño complicado, porque "no va a haber una reducción en los costes de producción, sino todo lo contrario". Además destaca que la nueva Política Agraria Comunitaria va a implicar una reducción en la producción de, al menos un 15%. Algo que, con las circunstancias actuales del sector en España, puede generar problemas.
Y es que la crisis y aumento de los costes afecta a todos los cultivos de la Región de Murcia, especialmente al regadío, como los frutales, pero ningún sector se escapa. Y esto puede repercutir en una subida de precios para el consumidor final, propiciada por los escalones altos de la cadena. Además, la inflación puede suponer un frenazo en el consumo.
Sobre una de las preocupaciones más grandes del sector agrario regional, la falta de agua y la puesta en la picota del trasvase, Gómez lo tiene claro. "Que el regadío sea causante de la sequía en España es un 'fake news'. Es una pena que en esta coyuntura el Miteco se permita 'tontear' con esta situación. La sequía en España es un problema serio y el culpable no es el regadío. El sistema hídrico nacional está mal planificado".
Padilla, por su parte, asegura que "la gestión hídrica nacional es nefasta". Sobre la Región recuerda que la del Segura es "una cuenca deficitaria" y que los trasvases son necesarios y suponen una cantidad infinitamente menor a lo que se va al mar por Portugal desde los ríos españoles, más de 8.000 hectómetros cúbicos".
