MURCIA. La implicación de las administraciones como el Ayuntamiento de Murcia y la Comunidad demuestra parece haber dejado lejos esos tiempos en los que cada vez que aparecía un vestigio de épocas pretéritas se intentaba tapar a toda costa. Como los baños árabes que antaño estuvieron en la actual calle Madre de Dios o esa parte de la muralla medieval que apareció bajo la Plaza del Teatro Romea para ocultarse poco después.
Un buen ejemplo de ello es el proyecto de recuperación del arrabal de San Esteban: un barrio islámico del siglo XIII con construcciones de hasta dos siglos antes. Se salvó gracias a las protestas vecinales casi desde su descubrimiento. De hecho, ya en noviembre de 2009 se produjo una gran concentración de protesta en la Plaza Mayor de Murcia en la que se reunieron más de 300 personas y se creó el conocido como ‘Manifiesto por San Esteban’.
La presión social creada desde entonces frenó el proyecto de construcción de un aparcamiento que había previsto en la zona y permitió el desarrollo de planes de actuación que se han ido desarrollando progresivamente para que no se destruyan los restos, que son un valor seguro para el patrimonio del municipio.
Tras años de espera, las excavaciones en el arrabal musulmán dirigidas por Jorge Eiroa, miembro del grupo de investigación ‘Arqueología histórica y Patrimonio del Mediterráneo Occidental’ de la UMU, han resucitado ya, tras trabajar solo en una pequeña parte, un cementerio con un pabellón religioso contiguo, y dos grandes edificios, uno de los cuales fue un ‘funduq’ u hospedería para comerciantes y viajeros.
El siguiente paso ya se ha dado y ha desembocado en el proyecto de rehabilitación, que apuesta por un jardín flotante sobre el yacimiento, que podrá ser visitado bajo un gran plato de hormigón con tierra que contará con árboles de gran tamaño y tendrá bancos y espacios de recreo para los murcianos.
Será una forma de recuperar los tiempos en que centenares de personas se pasaban gran parte de su tiempo disfrutando del jardín situado junto al mercadillo ‘de los hippies’. Además, se podrá pasear por las edificaciones y espacios del arrabal en la parte baja, que también contará con un centro de interpretación de la vida urbana en los siglos XII y XIII.