CARTAGENA. Como todos sabemos las redes sociales son, a veces, el verdadero termómetro de lo que opina la ciudadanía sin cortapisas. Durante la mañana de este pasado jueves ya se podían ver mensajes que en tono de broma, ironía o chascarrillo, se preguntaban cómo se articula un confinamiento en una zona como La Manga, en la que los límites territoriales entre Cartagena y San Javier son imperceptibles en el día a día de los habitantes de esta singular zona de la Región.
"Entonces..." se preguntaba un usuario de Facebook "¿si se confinan los municipios, los de La Manga de San Javier no pueden ir al Mercadona, porque tienen que pasar por La Manga de Cartagena?". Visto así y desde fuera puede parecer una mera curiosidad dentro de las miles que se estarán produciendo en diferentes municipios de toda España que son atravesados por una línea fronteriza que los divide. Sin embargo, este confinamiento que ha entrado en vigor, lo que ha supuesto para los que allí viven es un auténtico inconveniente.
"Estamos desconcertados y no sabemos si los vecinos de La Manga de San Javier podemos cruzar Monte Blanco para ir a Cabo de Palos, zona Cartagena", se lamenta Antonio Plaza, presidente de la Asociación de Empresarios de La Manga.
"Lo lógico sería que consideren este trozo de La Manga que está unido a Cartagena como una sola unidad territorial y podamos ir a los centros comerciales, bancos, etc", Plaza.
Gimena Bertachini, también vecina de La Manga apostilla que "creo que se debería de considerar La Manga como una sola localidad ante esta situación; que los vecinos que viven en la zona de San Javier tengan libre paso hacia la zona de Cartagena, por ejemplo para ir a Cabo de Palos al supermercado, a correos...etc. Ni que decir si tuvieran que hacer un trámite, deberían de poder salir de La Manga para dirigirse a su Ayuntamiento que esta a 50 kilómetros de su residencia o quizás hacer el trámite necesario en La Omita", explica Bertachini, quien añade que también está la problemática en la zona de Cartagena: "A su vez, los que vivimos en la zona de Cartagena, si nos regimos por esta normativa, no podríamos ir al centro de salud que nos corresponde porque está en la zona de San Javier. Lo veo absurdo completamente que nos limiten a movernos simplemente en nuestra zona de residencia que es La Manga entera".
"Son molestias", dice Pedro Sánchez, que vive en la zona de La Manga en San Javier. "A mi mujer le han tenido que hacer un salvoconducto, ya que trabaja en el kilómetro 2 en Plaza Bohemia. No es lógico, pero al tener dos municipios lo parte. Si pasas la a la zona de Cartagena tiene que ser justificado", explica Pedro, quien, además, lleva dos meses luchando para que se restablezca de manera conveniente el servicio de autobuses, y con esta decisión ve "la excusa perfecta para no poner más autobuses".
"¿Si tenemos que ir al Ayuntamiento de San Javier lo hacemos en patera o nadando? No hay quien nos dé una solución adecuada y estamos esperando que presidencia de la comunidad intervenga. Se lo hemos solicitado por teléfono esta mañana; ni la policía sabe qué hacer", dice el presidente de los empresarios de La Manga y Cabo de Palos Antonio Plaza.
Durante toda la jornada se mantuvieron conversaciones con el alcalde de San Javier para articular las medidas que ocasionen el menor número de inconvenientes y que apenas afecten en el día a día de los habitantes de La Manga. El objetivo es que toda La Manga se considere integrada como parte del Rincón de San Ginés -Cartagena-, para que pueda haber libertad de movimientos.
La decisión es de la Comunidad Autónoma, aunque debe ser consensuada entre ambos ayuntamientos.
"Esto lo que nos muestra es que La Manga vive como un municipio único; que sus habitantes se consideran antes mangueros que otra cosa. La Manga es una realidad vital, por lo que hay que aplicar sentido común", añade, por su parte, Salvador Martínez.
