CARTAGENA. Decía hace unos días el presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena que el Puerto es el más sostenible del Mediterráneo y que son ya más de 20 años trabajando en diferentes proyectos medioambientales que van desde el ruido submarino hasta la reforestación de posidonia para avalar sus afirmaciones. Pero ¿cómo justifica su representante esta afirmación tan categórica?
Para empezar, recordó que la APC forma parte de la Red Natura 2000, una red ecológica europea destinada a garantizar la conservación a largo plazo de los hábitats y especies más valiosos y amenazados de Europa. Es la mayor red de espacios protegidos del mundo y constituye el principal instrumento para la conservación de la biodiversidad en la Unión Europea.
El Puerto de Cartagena acumula cuatro lustros fomentando con acciones el área de sostenibilidad, de ahí que sus avances en esta área sean considerados tan importantes como ejemplificadores para otros puertos españoles.
En el año 2003, el puerto fue pionero en implantar la ISO 14001 de gestión ambiental de una infraestructura portuaria, una norma internacional desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) que establece los requisitos para implementar un Sistema de Gestión Ambiental (SGA). Su objetivo principal es ayudar a las organizaciones a gestionar de manera efectiva sus impactos ambientales, promoviendo la sostenibilidad y el cumplimiento de las normativas aplicables.
En 2008 fue el primer puerto, junto con Santander, en adherirse a la normativa europea EMAS, un instrumento voluntario creado por la Unión Europea para que las organizaciones mejoren su desempeño ambiental y sean más transparentes con sus partes interesadas. Se considera una de las principales directrices en la política ambiental europea. A lo largo del año, toda la normativa que se le aplica conlleva hacer seguimiento de cerca de 700 requisitos legales.
Desde el 2003 hacen la limpieza de la lámina de agua. En este periodo, desde que se pusiera en marcha el servicio de retirada de residuos en las aguas del Puerto, se han recogido cerca de 870 toneladas de residuos de la lámina de agua. Las embarcaciones destinadas a este proceso casi diario han sido capaces de recuperar hasta 600 toneladas de plásticos, 170 toneladas de madera y 75 toneladas de orgánicos. Estas cantidades suponen una media mensual de casi 3,5 toneladas de basura flotando por toda la zona marítima que afecta al Puerto de Cartagena y que llegan a la misma procedentes de las diferentes ramblas que llegan al mar y que arrastran, en épocas de temporal, una gran cantidad de residuos.
También en ese año se puso en marcha una red de medición de la calidad del aire en el puerto y, además, "los registros nos llevan a que en todos estos años, en escasísimas ocasiones, hemos estado por encima de los niveles establecidos", indicaba Pedro Pablo Hernández.
En 2017, desde la mano de Puertos del Estado, se puso en marcha una iniciativa pionera que fue el cálculo de la huella de carbono, o lo que es lo mismo, el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a las cadenas de transporte de mercancías que pasan por un puerto.
Desde 2011 se está efectuando el control de la calidad de las aguas portuarias. En este tiempo, un total de trece años, se han llevado a cabo más de 10.000 analíticas, unas semanalmente, otras mensuales, trimestrales y anuales. Y lo que indican estas 10.000 analíticas es que se cuenta con una calidad del agua "extraordinaria". Y eso ha llevado al famoso proyecto de reforestación de la Posidonia, que ha sido capaz de ofrecer unos grandes resultados y que ha animado a la APC a licitar para los próximos cuatro años una mayor superficie, casi 10.000 metros cuadrados, con cerca de 6.500 esquejes que se van a reforestar a lo largo de estos cuatro próximos años. "Y esto es el ejemplo de la calidad del agua. La Posidonia no crece con una mala calidad del agua".
Donde hay buena calidad del agua y hay Posidonia, hay otra vida y hay un ecosistema "que también estamos cuidando y estamos trabajando desde el año 2007 en el control de la avifauna que nos rodea, en la Isla de las Palomas, Escombreras, el Faro de Mazarrón". El Puerto trabaja en estos espacios protegidos donde se lleva a cabo un control de distintas especies como la gaviota patiamarilla, que es una especie invasora, y que gracias a la supervisión sobre esa especie se han provocado espacios para que otras especies puedan también sobrevivir en las mismas zonas, por ejemplo, el cormorán moñudo que estaba en peligro de extinción y del que se hace seguimiento, como anillado de los pollos, control de los nidos, etc.
Ha crecido la colonia de gaviotas nidificantes y se han podido detectar parejas de halcón peregrino y pardelas cenicientas. "Ha ido creciendo sorpresivamente y gracias al trabajo que ha hecho la Autoridad Portuaria que, en un ambiente industrial, en una infraestructura industrial como es un puerto además metido en una red Natura 2000, pues todo el ecosistema ha ido mejorando gracias a la intervención del puerto, por eso estamos asegurando que el puerto de Cartagena es un puerto sostenible".
Hace tan solo unas semanas se puso en marcha el proyecto de Avistamiento de Cetáceos organizado por la APC en el marco del Proyecto LIFE PortSounds, en el que se pudieron observar un numeroso grupo de aproximadamente 200 delfines listados. Los asistentes pudieron disfrutar de su compañía y capturar imágenes mientras los cetáceos acompañaban a los barcos antes de retirarse tras completar su descanso en la superficie.
El proyecto tiene como objetivo principal la caracterización, vigilancia y evaluación de los niveles de ruido submarino en la zona del Puerto de Cartagena, con el fin de reducir la contaminación acústica generada por el tráfico marítimo y mitigar su impacto sobre el medio ambiente marino.
Este avistamiento es un ejemplo de cómo las iniciativas de conservación pueden combinarse con actividades divulgativas para sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de proteger la biodiversidad marina.
Dentro de LIFE PortSounds, la APC mide el ruido submarino con el ánimo de conocer qué está pasando bajo el agua en cuanto a ruido se refiere y poder tomar luego medidas para que haya menos afectaciones a cetáceos. Una vez analizados los resultados, se podrán tomar medidas respecto a que las rutas de los barcos sean distintas a las que son ahora o que las velocidades las tengan que bajar.
Con esfuerzos en gestión ambiental, limpieza de aguas, control de calidad del aire y agua, y proyectos como la reforestación de Posidonia y LIFE PortSounds, el puerto cumple con normativas ambientales y trata de mejorar mejora el ecosistema local, demostrando que trabaja en el camino hacia la conservación y la biodiversidad.
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